Carlos Alberto Riofrío Navarro
Santa Elena.- La madre es el ser enviado por Dios. La madre ha sido siempre el símbolo del amor, de la abnegación. La madre es como el río que lleva a sus hijos a desembocar en el mar de la existencia.
Una madre da su vida para poder mantenernos, ríe para que no la vean llorar, no come para que nosotros comamos dos veces. La madre es el poder de una sociedad civilizada con valores humanos. Los hijos hacen que la vida de la madre se alargue o se acorte. En las grandes ciudades y en los pueblos más pequeños, el símbolo más representativo es el monumento a la madre. ¿Quién no regala en este día una flor, un ramillete, una serenata o un almuerzo familiar a su querida madrecita? Juan Montalvo, uno de los más altos exponentes de la lengua española, dijo de la madre: "Si se trata de levantarte, es grande; si se atreve, heroica; si de sufrir, sublime; si de sacrificarse, mártir".
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Carlos Alberto Riofrío Navarro,
Santa Elena