AGENCIAS-REDACCIÓN
BUENOS AIRES.- Dos décadas después de que Argentina privatizara desde servicios públicos hasta su aerolínea, la presidenta Cristina Fernández terminó de poner los pelos de punta de los inversores extranjeros al ordenar la expropiación del 51% de las acciones de YPF, la mayor petrolera argentina, propiedad de la española Repsol-YPF.