Un nuevo escándalo envuelve ahora al hospital Gustavo Domínguez, de la capital tsáchila, donde en el 2011 murieron 13 neonatos por la presencia de una bacteria. Esta vez se denunció la desaparición del cuerpo de un bebé prematuro que, según testimonios del personal, fue tirado a la basura. Cuando su padre lo reclamó ya no lo hallaron porque el manejo de desechos es desorganizado.
El progenitor denunció el caso ante la Fiscalía y Defensoría del Pueblo, luego de haber pedido los restos de su hijo para sepultarlos. “La doctora me dijo que había sido desechado y colocado en la basura el feto de mi hijo”, señala en la denuncia José Luis Palacios Domo.
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Él indica que acudió al hospital junto a su esposa, Diana Rocío Yánez Silva, la madrugada del pasado sábado 17 de marzo, porque ella tenía amenaza de parto prematuro a los seis meses de gestación. “Bajo la atención de la doctora Felícita Mina se procedió a realizar una inducción de parto, quien me manifestó que el bebé nació muerto”, indica.
Palacios sostiene que esa afirmación de la doctora le causó sorpresa, puesto que con anterioridad presentó ecografías que demostraban que el feto se encontraba en perfecto estado. “Cuando pedí a mi hijo, me dijeron que estaba en la basura. Y, ante mi reclamo, la doctora y otro médicos se pusieron a buscar entre los escombros, pero no lo hallaron”, indica.
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Al parecer, el feto no pudo ser encontrado en la basura porque el recolector llega cada día a la bodega de desechos a las 05:0 y este ya se habría llevado el cuerpo para depositarlo en el botadero municipal. Esto da indicios a la Defensoría y la Fiscalía de que en el hospital no se lleva un debido tratamiento para este tipo de restos.
Tanto la Defensoría del Pueblo como la Fiscalía iniciaron una investigación. Pidieron el historial clínico de la paciente y los motivos por los cuales se desechó el cuerpo sin realizar un proceso legal. Según los funcionarios de estas dependencias, este hecho se encasilla como un delito calificado como homicidio simple.
Alexandra Anchundia, defensora del Pueblo, sostiene que trabajará en conjunto con la Fiscalía en el pedido de información. “A pesar de que este tema ya entra en lo penal, aquí se desapareció un cuerpo como si fueran naranjas, y eso es muy grave”, dice.
La doctora acusada aún no da su versión en la Fiscalía, pero se conoció que ya no labora en la casa de salud. En el departamento de Recursos Humanos se indicó que su contrato culminó el 31 de marzo pasado y no fue renovado.
En el hospital no se pudo conseguir una respuesta oficial sobre lo sucedido. Ayer, el director del Gustavo Domínguez, Mauro Falconí, no se encontraba en la ciudad, según se indicó en la Secretaría de la Dirección.
Lo que sí se pudo apreciar es el trato que se da a toda clase de desechos en la bodega destinada para su almacenamiento. En el lugar utilizan tanto fundas rojas (que son para desechos contaminantes) como fundas negras (para desechos comunes) para un mismo fin. Hay una cantidad considerable de materiales de construcción, como cemento, tachos de pintura y brochas, que ocupan el lugar destinado para clasificar debidamente los residuos.
La Dirección Provincial de Salud tampoco se pronunció sobre el caso que causó sorpresa no solo a los usuarios sino a la comunidad tsáchila.
Caso 13 muertos
Entre enero y febrero del 2011, trece neonatos murieron en el hospital Gustavo Domínguez de Santo Domingo. El año pasado, la casa de salud fue declarada en emergencia a raíz de la publicación de fotografías de neonatos hacinados en cartones y tinas. El monto que se asignó fue de $ 800 mil.