Un nuevo escándalo envuelve ahora al hospital Gustavo Domínguez, de la capital tsáchila, donde en el 2011 murieron 13 neonatos por la presencia de una bacteria. Esta vez se denunció la desaparición del cuerpo de un bebé prematuro que, según testimonios del personal, fue tirado a la basura. Cuando su padre lo reclamó ya no lo hallaron porque el manejo de desechos es desorganizado.