AP
NACIONES UNIDAS.- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dejó atrás sus divisiones y envió el miércoles un mensaje fuerte y unánime al gobierno y a la oposición siria, para que implementen de inmediato las propuestas del enviado internacional Kofi Annan con el objetivo de poner fin al derramamiento de sangre que dura ya más de un año.

Una declaración no vinculante, aprobada por los 15 miembros del Consejo y leída en una reunión formal, hace mención a las seis propuestas de Annan, incluido un alto al fuego que debe comenzar por el gobierno sirio. El documento contempla también un alto de dos horas cada día en los enfrentamientos para evacuar a los lesionados y proporcionar ayuda humanitaria, y exhorta a realizar conversaciones políticas incluyentes "para atender las preocupaciones legítimas del pueblo sirio".

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Annan, enviado conjunto de la ONU y de la Liga Árabe, solicitó el viernes pasado el respaldo del Consejo de Seguridad, tras señalar que mientras más firme y unificado fuera el mensaje habría más probabilidades de cambiar la dinámica del conflicto.

Buscan apoyo de Rusia y China

La ONU estima que más de 8.000 personas han muerto por la violencia en Siria durante el último año.

En un intento por ganar el apoyo de Rusia y China, que habían vetado dos veces resoluciones apoyadas por los europeos y Estados Unidos para condenar la represión contra los manifestantes a manos del presidente Bashar Assad, Francia eliminó de la declaración cualquier advertencia de "medidas futuras" que podrían incluir sanciones o aciones militares.

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Además, el exsecretario general de ONU, Kofi Annan, advirtió que el conflicto "extremadamente peligroso" en Siria podría tener repercusiones mundiales, mientras estallaban nuevos hechos de violencia y un grupo inspirado por al-Qaeda se atribuía la responsabilidad por dos ataques suicidas en Damasco.

Posible guerra civil
El levantamiento que comenzó hace un año se ha transformado en una insurgencia armada que, según temen muchos, está arrastrando el país a una guerra civil. Debido a la estrecha alianza de Siria con Irán y con el grupo miliciano libanés Jezbolá, arrecia la preocupación de que la violencia pueda extenderse más allá de las fronteras, especialmente si otras naciones arman a los rebeldes o envían sus propias fuerzas.

El Ejército Sirio Libre, rebelde, que incluye miles de desertores del ejército, es el grupo armado más poderoso que enfrenta al régimen, pero está desorganizado y es superado en armas. Pero pocas naciones consideran abiertamente armar a la oposición, por temor a agravar el conflicto.

Presencia de Al Qaeda
Una serie de poderosas explosiones cerca de edificios de organismos de seguridad del gobierno en la capital, Damasco, y en la ciudad norteña de Aleppo han añadido un nuevo elemento a la situación. Funcionarios estadounidenses han insinuado que milicianos de al-Qaida podrían estar sumándose a los rebeldes y explotando el caos.

En una declaración cargada el miércoles a un cibersitio de milicianos, un grupo islamista llamado Frente Al-Nusra para Proteger el Levante se atribuyó dos explosiones suicidas en Damasco el sábado. Las detonaciones, que hicieron blanco en el edificio de inteligencia de la fuerza aérea y el departamento de seguridad penal, mataron a por lo menos 27 personas, dijo la agencia noticiosa estatal.