Wellinton Emiro Alcívar Quiñónez, abogado que cuatro meses atrás pidió al presidente Rafael Correa que se investigue supuestos nexos entre carteles de droga de México y Colombia con algunos representantes de la Función Judicial de Esmeraldas, fue muerto ayer por sicarios en el interior de su estudio jurídico ubicado en las calles Ricaurte entre 10 de Agosto y Córdova, centro de Portoviejo.

Hay dos versiones de como el sicario accedió a dicha oficina, ubicada a media cuadra del Palacio de Justicia, a 100 metros de la Prefectura de Manabí y a menos de 200 metros de la Gobernación. Una, que había llegado casi a la misma hora que él y que entró y lo asesinó.

La otra hipótesis, según testigos, es que el criminal llegó a la oficina de Alcívar como cliente y que este, sin saberlo, lo hizo pasar y luego cerca de las 09:30 fue asesinado. Tras el crimen, ni los familiares del occiso ni la fiscal Jazmina Zambrano, que efectuó el levantamiento del cadáver, dieron detalles.

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Fue tanto el misterio que el levantamiento del cadáver demoró más de dos horas; en ese lapso personas que llegaron a las demás oficinas del edificio del cuerpo de Bomberos y personal administrativo de ese ente de socorro no salieron de sus oficinas hasta dar detalles para determinar si en este grupo, de más de 10 personas, estaba el criminal, pero sin resultados.

Uno de los disparos se alojó en el mentón derecho. El segundo en el parietal del mismo lado, tuvo salida del cráneo del jurista y traspasó una ventana. Ese ruido (en la ventana) alertó a todos, incluso a elementos del Cuerpo de Bomberos, quienes tras dañar la puerta –aparentemente quedó cerrada tras el crimen– entraron y hallaron el cuerpo tirado en el piso.

Un día antes Alcívar, de 51 años, visitó la redacción de este Diario para denunciar las supuestas impericias legales que se habrían estado cometiendo en el proceso investigativo que al momento se lleva en Esmeraldas, tras las incautaciones hechas a las casas de compraventa por lavado de activos. “Un juez de Esmeraldas ordenó el traslado de las alhajas a Quito, sin que los dueños y la Fiscalía conozcan el caso”, comentó.

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Antes de eso, el abogado había dicho sentirse exiliado de su natal Esmeraldas por las denuncias que había hecho contra supuestos miembros de carteles de Colombia y México. Incluso el pasado 11 de octubre, durante una visita del presidente Rafael Correa a Manabí, supuestamente le entregó información detallada de los nexos que habría entre miembros de los carteles de la droga con algunos miembros de la justicia.

Alcívar también reconoció que su problema con estos nexos se dio luego de que denunciara años atrás al responsable de la muerte de un hermano, a quien le extrajeron los ojos, en lo que se aseguró que se trataba de un tráfico de órganos.

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El abogado asesinado tuvo tras estos incidentes resguardo y fue parte del programa de víctimas y testigos, del cual afirmó que en los últimos meses fue separado, actitud que indicó le originó vivir en la clandestinidad hasta que denunció todo.

Dijo que tuvo que entregar personalmente a Correa las denuncias, pues las que anteriormente había hecho llegar a la Presidencia, Ministerio del Interior y a la Comandancia de Policía, no habían tenido eco; aunque comentó que sabía que supuestamente las misivas sí las habían recibido las personas a las que denunciaba.

“Me siento exiliado por grupos organizados que tienen fuerte relación con los carteles de la droga de México y Colombia; yo no tengo problemas con ellos (carteles) sino con su representante que trató de secuestrarme en un restaurante”, dijo Alcívar, que ante el temor que sentía por quien creía que lo mataría no dio su nombre.

Lo que sí lamentaba, insistentemente, en esos diálogos es que el Estado no lo protegiera por lo que incluso aseguró que si lo asesinaban le pidió a sus familiares que entablaran una demanda en contra del Estado por el abandono que adujo fue objeto mientras pedía justicia.

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“Yo sé que me van a asesinar, estoy seguro que lo van a hacer verdad, por eso he pedido a mi familia en Europa que el rato que me asesinen entreguen a los medios de comunicación internacional las claves de mis correos para que se den cuenta qué es lo que hay ahí; a mi familia le he dicho que si me asesinan presenten una demanda contra del Estado por haberme dejado en abandono, por haberme dejado desprotegido, por no cumplir con los postulados del programa de víctimas y testigos”, indicó en octubre.

En el caso: La víctima
Defendía a esmeraldeños
Una de las últimas actividades como jurista empleada por Alcívar fue la defensa en Esmeraldas de las personas que se sintieron perjudicadas por el cierre de los locales de compraventas.

Alistaba marcha
Trabajaba en ese caso con Marcelo Gutiérrez y para hoy tenía pactada una marcha pacífica para reclamar lo que aseguraba era un perjuicio a decenas de personas.