AGENCIAS
MIAMI, EE.UU..- El célebre entrenador de boxeo Angelo Dundee, el hombre que estuvo en la esquina de Muhammad Alí en sus peleas más importantes, falleció ayer a los 90 años. "Angelo murió rodeado de parientes y amigos", dijo su familia en un comunicado.
"Estaba muy contento de haber festejado el cumpleaños (número 70) de Alí a comienzos de este año y también de ser parte del Salón de la Fama. Aún tenía mucho por hacer, pero tuvo una vida completa y extraordinaria", agregó sobre Dundee, nacido el 30 de agosto de 1921 en Filadelfia.
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El genial Dundee, que trabajó con Alí durante la mayor parte de la exitosa carrera del pugilista estadounidense, también es identificado por los enterados del boxeo como embajador del pugilismo y como referente de integridad en un deporte que suele carecer de ella.
Dundee fue admitido en el Salón de la Fama del Boxeo en 1994, luego de una trayectoria que se extendió por seis décadas, en la que entrenó a quince campeones mundiales, incluidos Sugar Ray Leonard, George Foreman, Carmen Basilio y el cubano-mexicano José Mantequilla Nápoles.
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Sin embargo, siempre será vinculado con Alí como una de las duplas peleador-entrenador más exitosas en la historia del boxeo, ayudando a su pupilo a convertirse en el primer pugilista en ganar tres veces el título mundial de los pesos pesados.
La pareja viajó por el mundo para combates emblemáticos y memorables como 'El ruido en la selva' contra Foreman, en Zaire, en octubre de 1974, y el 'Thriller en Manila' contra Joe Frazier, en Filipinas.
"Yo solo puse los reflejos (de Alí) en la dirección apropiada", dijo Dundee en una entrevista en el 2005.
Dundee y Alí, su estrella más brillante, se reencontraron en Louisville, Kentucky, el 14 de enero pasado, en la emotiva fiesta de cumpleaños del considerado mejor boxeador de todos los tiempos.
"(Su fallecimiento) fue de la manera como él quiso irse. Hizo todo lo que quiso hacer", dijo su hijo Jimmy Dundee.