Occupy Wall Street cumplió tres meses, ¿cómo ha sido su evolución? ¿Qué logros han obtenido como grupo en este tiempo?
Este último mes, desde el desalojo del Parque Zuccotti, han ocurrido muchos cambios. El movimiento dejó de girar en torno a tareas que tienen más que ver con la ocupación de un espacio, ahora la dinámica es diferente. La Asamblea General de Nueva York se reúne todas las noches y hay grupos de trabajo diarios, a todas horas, en toda la ciudad. Las elecciones están en camino y esa es una oportunidad real de tener incidencia en el proceso. El Parque Zuccotti nos hizo visibles, pero ahora somos más fuertes.
En cuanto a acciones a corto plazo, ¿ven cambios?
Sí. El hecho de tener una conversación nacional sobre si el capitalismo es bueno para nosotros o sobre cuáles son los problemas que tenemos por el modo en que el capitalismo ha organizado este país, es ya un cambio. En los medios de comunicación los políticos empezaron a hablar de estos temas y hay un reconocimiento de la inequidad de ingresos. Es algo de lo cual no se hablaba en EE.UU. desde hace 30 años.
La gente dentro de Occupy Wall Street tiene distintos intereses. En las reuniones a veces hay tensión y decepción porque no ven cambios tangibles. ¿Cómo mantenerlos juntos?
Es difícil, la construcción del movimiento tiene como base la confianza. Nuestra sociedad está organizada para que la gente no confíe en los otros, entonces establecer relaciones de confianza es difícil. Pero la gente se sostiene con fuerza. Antes, si estabas en una organización y no te gustaba lo que otra hacía, tú solamente te hacías a un lado, pero ahora hay cohesión y la voluntad de trabajar juntos.
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Y en ese proceso de establecer cadenas de confianza, ¿cómo influye el hecho de no tener líderes visibles?
En el trabajo diario, la gente se siente involucrada en el proceso porque todo es abierto y transparente, los horarios y lugares de las mesas de trabajo son abiertos para que quienquiera entre. Así no necesitamos solo una persona diciendo qué pasa o qué hacer, la transparencia política es el corazón.
¿Cuál es su reto hasta la llegada de la primavera?
El principal reto es mantener a la gente activa, que no piensen que esto es cosa de un día. En todos los grupos se están preparando las acciones para la movilización en primavera. Otro reto grande es desafiar la cultura de seguridad. El estado piensa que es importante invertir recursos para tener a la gente fuera de los parques… El movimiento va más allá de eso, pueden tener cerrado Parque Zuccotti el tiempo que quieran, pero nosotros seguiremos.