Miles de egipcios manifestaron ayer en El Cairo y otras ciudades para demandar que el Ejército ceda el poder y mostrar indignación por la reacción a las protestas, donde los soldados mataron a 17 personas y golpearon a hombres y mujeres incluso cuando estaban en el suelo.

Una imagen en particular desató su furia: la de soldados arrastrando a una mujer por la calle y exponiendo su ropa interior, mientras le pegaban con palos y la pateaban.

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Los manifestantes que enfrentaron a los soldados en la capital durante cinco días quieren que la elección presidencial se celebre el 25 de enero, el primer aniversario del inicio del levantamiento que derrocó a Hosni Mubarak, o antes que a mediados del 2012, que es la fecha programada.

Numerosos egipcios se alarman porque, 10 meses después de la caída de Mubarak, Egipto sigue en medio del caos y reclaman el fin de las protestas.

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40 muertos en Siria

Dos coches cargados de explosivos estallaron ayer en un distrito lujoso de Damasco, en atentados contra edificios de seguridad que dejaron unos 40 muertos y 100 heridos.

Las explosiones, perpetradas por suicidas, ocurrieron un día después de la llegada al país de un equipo de avanzada de observadores de la Liga Árabe que supervisará el compromiso de Siria de poner fin a la represión contra los manifestantes que exigen la salida del presidente Bashar Asad.

Las autoridades gubernamentales trasladaron a los observadores al escenario de los atentados y dijeron que estos acontecimientos reafirmaban su dicho de que los desórdenes no son una revuelta popular sino obra de terroristas.

Pero la oposición siria responsabilizó al régimen de Al Asad de los dos atentados con el objetivo de “desorientar” a los observadores árabes.