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CARACAS.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se apresta a desarmar su gabinete para promover a "pesos pesados" como candidatos a gobernadores, buscando recuperar regiones estratégicas del país, como parte de su mayor desafío en más de una década: lograr la victoria en las presidenciales del 2012.
Pocos meses después de que se le diagnosticara un cáncer del que ya se declaró curado, el militar buscará la reelección frente a una oposición más unida y que, según sondeos, tiene oportunidades reales de ganar.
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Para extender por seis años más su mandato, que inició en 1999, Chávez anunció que entre enero y febrero se desprenderá de su vicepresidente, Elías Jaua; del canciller, Nicolás Maduro; del ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami; y el ministro de Defensa, Carlos Mata Figueroa.
Además, reorganizó la cúpula del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y puso al mando al conocido asambleísta Diosdado Cabello, quien fue su vicepresidente y lo rescató en el 2002 cuando la oposición lo separó del poder.
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"Difícil conseguir un canciller como Nicolás (pero) nadie es imprescindible en un puesto y yo considero que Nicolás tiene alta probabilidad de ganar las elecciones en Carabobo, para recuperar ese territorio", dijo Chávez esta semana.
Analistas consideraron que "sacrificar" a sus ministros más emblemáticos para lanzarlos como candidatos es una apuesta riesgosa, que muestra de que el presidente carece de figuras de recambio y que evidencia su preocupación por la consolidación de la oposición.
El gobernante venezolano no suele hacer cambios radicales en su gabinete, y muchos de los retoques que ha hecho en sus casi 13 años de gobierno, terminan siendo más bien enroques entre sus mismos hombres de confianza.
Chávez adelantó que El Aissami y Mata serían candidatos en otras zonas donde el oficialismo perdió terreno, pero advirtió que los cambios se harán en "enero o febrero".