Neptalí Palma
PEDERNALES, Manabí.- Este cantón del norte manabita vivió una madrugada de tensión que se prolongó hasta la tarde de ayer, por una protesta del sector camaronero ante el anuncio de un posible desalojo por parte del Gobierno de las instalaciones acuícolas que no cuentan con autorizaciones actualizadas.
Las oficinas del Municipio con destrozos producto de un incendio provocado; las cuatro vías de acceso cerradas casi por un día, con la consiguiente afectación al sector comercial del norte de Manabí y el sur de Esmeraldas, fueron las consecuencias del reclamo, que culminó a eso de las 18:00, luego de una reunión entre camaroneros y la gobernadora manabita, Susana Dueñas. Allí se hizo pública una oferta que por teléfono hiciera Iván Prieto, viceministro de Acuacultura, de que no habría ninguna clausura.
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Los mayores incidentes se produjeron en la oficina de Tesorería del Cabildo. A las 04:00 fue rociada con gasolina e incendiada, según la Policía, por varias personas que se movilizaban en dos camionetas. La noche del pasado miércoles, decenas de personas relacionadas a la actividad camaronera realizaron una marcha en respaldo a Kléber Dueñas y Richard Ramón Vera, quienes dos semanas antes habían sido notificados con una orden de desalojo de sus propiedades en el sitio Arrastradero y Chontillal, con base al decreto 1391 de legalización de concesiones camaroneras de todo el país.
Ulises Parreño, jefe de policía de Pedernales, indicó que las personas que atacaron las instalaciones del Municipio ya habrían sido reconocidas, aunque del proceso se ha encargado la Fiscalía, luego de que el alcalde Manuel Panezo Rojas (PAIS), denunciara el hecho, calificándolo de terrorista y vandálico.
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"Este daño fue provocado por gente infiltrada, de Sociedad Patriótica, gente resentida que le hace daño a la ciudad, esto no creo que surja de los camaroneros porque yo soy uno de ellos y sé que el Gobierno tiene las intenciones de ayudar incluso a los dos compañeros que alegan están siendo afectadas sus propiedades", dijo Panezo.
Sin embargo, ese comentario fue criticado por un camaronero de la parroquia Cojimíes, quien indicó que supuestamente hay interés de gente del Gobierno por tratar de desalojar a quienes no están en la línea gubernamental.
Cristian Fontaine, presidente de la cooperativa de productores de camarón de la zona norte de Pedernales, negó que el atentado al Municipio haya surgido por sugerencia de este gremio, aunque aceptó que este tipo de protestas se veía venir.
Aseguró que se ha regularizado a personas que no tenían ningún documento y aquellas que sí los poseían no tuvieron esas facilidades, en muchos casos por la lejanía. Cree que el presidente debe conocer la realidad de los camaroneros de Pedernales. "No es gente de clase alta, sino gente de clase baja".