En esta semana nos hemos enterado por medios de comunicación de una noticia lamentable, pero con un final feliz para una pareja de esposos que viajaba en una moto que fue golpeada por un vehículo no identificado cuando iba por el puente de la Unidad Nacional; por el fuerte impacto, la señora cayó al río Daule. Su esposo, un tanto golpeado, tendido sobre el piso, se incorporó y sin medir el riesgo de las correntosas aguas se lanzó al río con la esperanza de salvar a su mujer. Finalmente, los esposos fueron rescatados y hoy se están recuperando.
Es una noticia que nos viene bien y justo en un mes en el que debemos prepararnos con amor, generosidad hacia el semejante, y esto es partiendo de nuestros hogares.
El caso es un ejemplo de protección a la familia, de amor y entrega de pareja; nos viene bien entre tanta violencia, desesperanza, inseguridad. Ojalá todos entendamos el verdadero liderazgo y en casos como este, el heroísmo, que no es abrirse la camisa provocando que entre la bala; que no es el que habla más fuerte y amenaza; que no es el que se burla del otro; que no es el que insulta más... Los ecuatorianos estamos expuestos a casos como el anterior, a diario libramos batalla sin búsqueda de protagonismo.
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Los esposos accidentados nos dejan una lección.
Julio César Malagón J.,
Guayaquil