Los inmigrantes en España son los que se encuentran en la escala salarial más baja, según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El informe "Decil de salarios del empleo principal. Encuesta de Población Activa" señala que los "extranjeros se concentran en los niveles salariales más bajos, participando de esta característica también los españoles con doble nacionalidad (si bien este colectivo, por su magnitud más limitada puede presentar comportamientos más volátiles)".
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De hecho, el INE señala que los extranjeros constituyen el 24,3% de asalariados ubicados en el primer "decil", es decir, el de los trabajadores que reciben menos remuneración. Además, los sueldos más bajos se registran en el trabajo doméstico, la hostelería o servicios auxiliares, áreas en las que laboran mayoritariamente inmigrantes.
El ecuatoriano William Macas, oriundo de Paccha (El Oro), dijo enfáticamente que el informe del INE se ajusta a la realidad que se vive en el mercado laboral español. "Siempre ha ocurrido y seguirá ocurriendo, y más en estos tiempos, en que los que el trabajo escasea entre toda la población".
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Macas, que tiene 53 años de edad, explicó que normalmente se ha pagado menos al inmigrante, que en muchas ocasiones ha recibido un sueldo inferior por el mismo trabajo que realiza un español.
"Por ejemplo, hace unos meses me contrataron para realizar unos trabajos de soldadura. En un principio me pagaron 220 euros por semana, cuando en realidad debían darme 280 euros. Pero me arreglaron el problema cuando protesté".
En cambio el quiteño Jorge Galarza soportó con resignación que le paguen 1.050 euros al mes en un taller de pintura automotriz, cuando a su compañero -un español de nacimiento- le daban por la misma labor 1.080 euros. Pensó que eran 30 euros de diferencia, y que no valía la pena discutir por ello.
Galarza, que tiene 23 años de edad, llegó a España siendo niño, y a pesar de haber vivido casi toda su vida en España, dijo que sigue sintiéndose un extranjero. "Hay mucha discriminación en todos los sentidos. Una muestra de ello es la de los sueldos. Más les pagan a los de aquí que a los que venimos de afuera".
Marcela Ayala, que también nació en Quito, reconoció que ella laboró durante algunos años como empleada doméstica, a cambio de un sueldo de 700 euros al mes y sin estar afiliada a la seguridad social. "No me afiliaron nunca", señaló Ayala, que actualmente regenta una cafetería de su propiedad en San Joan Despí, una localidad situada en las proximidades de Barcelona.
El informe del INE se ha conocido justo en el momento en que ha trascendido en la opinión pública que el futuro presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ha pedido a los agentes sociales que acepten una reducción de salarios para ganar competitividad.