Si a las autoridades educativas les parece que no se debe expulsar a chicas de colegio que se dedican a practicar bailes obscenos, contrarios a las buenas costumbres que debe observar todo estudiante o aprendiz, y que afectan la buena fama y prestigio no solo de sus planteles sino también de sus compañeras, ¿qué les parecería entonces si las otras alumnas que han conservado un buen comportamiento y con buenas notas en sus conductas “se autoexpulsan” de los planteles, para que se queden únicamente las risueñas estudiantes que “no han hecho nada malo”; además de todas aquellas que quieran seguir sus ejemplos?

Mal precedente se sienta porque disciplina se exige en todos los actos de la vida como en todas las instituciones, y se aplican sanciones a sus miembros cuando se contravienen las normas en la Policía, en el Ejército, en los clubes deportivos, en las empresas privadas, hasta en los organismos políticos, como lo ocurrido con legisladores del Congreso de los Estados Unidos; por mala conducta en sus vidas privadas.

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Para buscar un rápido remedio al asunto sin afectar el derecho de los niños y adolescentes a la educación, como se señala, deben crearse colegios o institutos especiales para todos los casos de indisciplina en las principales y grandes ciudades del país que es donde siempre ocurren.

Estos colegios o institutos especiales estarían dotados de todos los implementos, profesores en todas las materias para todos los cursos, y también tendrían psicólogos y sociólogos permanentes que estén presentes en las clases de todas las materias teóricas, prácticas y técnicas, a fin de que albergue temporalmente mediante asistencia diaria como en todo colegio, a todas las alumnas y alumnos menores de edad que hayan cometido graves faltas en sus respectivos planteles públicos o privados, por el tiempo que una comisión de disciplina de la Dirección de Educación lo estime conveniente.

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Y una vez cumplido ese tiempo y con base en una evaluación de los alumnos o las alumnas, a los mismos se los reinsertaría a su plantel en el mismo periodo o en el siguiente, para que continúen sus estudios o se gradúen, y donde se les incluirán las notas obtenidas en el colegio especial como si las hubieren obtenido en su propia unidad educativa.

El tratamiento psicológico y sociológico que se dé en el colegio especial a los estudiantes indisciplinarios deberá incluir una vez por semana a los padres o representantes.

Los datos sobre los hechos cometidos y el incidente de haber tenido que continuar por un lapso (las alumnas o los alumnos) sus estudios en el colegio especial solamente servirán como datos internos para el colegio donde se encuentren matriculados y jamás deberán constar en las notas de aprovechamiento, calificaciones de conducta, certificaciones, actas de grado y títulos finales de los estudiantes y graduados.

Ofelia Viteri de Suárez,
Guayaquil