La delgada cobija que llevó Fernando Gómez, hasta las puertas del Registro Civil, donde acudió este martes a la 01:00, no lo protegió del frío y la lluvia que se registró, pero dijo que “madrugar para tener un turno y renovar mi cédula es la única forma de conseguir el objetivo”.

A la misma hora llegó José Vega, de 76 años de edad, acompañado por su hija, Mariana, ambos requerían renovar la cédula de identidad desde la semana anterior, pero la cantidad de gente que llegó a realizar el mismo trámite, antes que ellos impidió su objetivo.

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“Ya nos quedamos sin turno, por eso ahora nos tocó madrugar”, dijo el longevo, propietario de un taller de lubricación de vehículos, quien aseguró que cambiar el documento anterior por el actual es necesario para sus trámites con proveedores y el pago de impuestos.

Otras 900 personas llegaron este martes hasta el Registro Civil del Azuay, algunos para rectificar errores en sus documentos de identidad personal, cometidos varios años atrás, por empleados de la misma institución, otros para inscribir a recién nacidos, otros por una partida de nacimiento, pero la mayoría para renovar la cédula de identidad.

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“Dicen que la cédula anterior valdrá solo hasta diciembre y que luego cobrarán multa de hasta 50 dólares y de dónde para pagar”, dijo María Lituma, quien llegó con otros cinco miembros de su familia, incluída su hija de cuatro años de edad, desde San José de Raranga, en la parroquia el Sigsig, a las 03:00.

Para Jorge Rojas, director de la entidad, los rumores de que la cédula emplasticada en mica estará vigente solo hasta el 31 de diciembre y que luego costará más de los 2 dólares, que actualmente se cobra por primera vez, y 6 dólares para la renovación, son los que provocan la aglomeración de público.

“Los meses de noviembre y diciembre son de temporada baja, por lo que solíamos planificar brigadas que visiten instituciones públicas, privadas y centros educativos para cedular, pero las circunstancias actuales nos impiden ejecutar este servicio”, aseguró Rojas.

Pero los usuarios continuaban llegando y problemas como la venta de puestos, quejas por el ingreso de personas que no estaban en la fila, desconocimiento del proceso por no saber a que ventanilla acudir después de cada paso del trámite empeoraban la situación.

“No es justo que mientras nosotros madrugamos hasta con guaguas, otras personas lleguen a las 07:00 y compren el puesto en 10 dólares”, dijo Blanca Lucía Cama, mientras un guardia intentaba calmar a un grupo de personas que querían sacar de la fila a dos mujeres que no negaron haber comprado sus lugares.

Además, los guardias abrieron las puertas de la entidad a las 07:00 para dejar ingresar primero a personas de la tercera edad, mujeres con niños menores de un año, embarazadas y personas con discapacidad. Lo que provocó la queja de quienes llegaron antes.

A pesar de que José Vega recibió el turno uno y su hija el dos a las 08:00, debieron esperar una hora para conseguir su cédula, sin embargo unas 20 personas recibieron antes que ellos sus documentos, mientras que Fernando Gómez, primero en la fila, con el turno 38 lo recibió pasadas las 10:00.

Un grupo de aproximadamente 40 personas llegó desde la comunidad de Charcay, de la parroquia Guncal, perteneciente a la provincia del Cañar, “es que allá entregan la cédula hasta en 6 días y en Cuenca, aunque toque madrugar se lleva el mismo día”, dijo Aurelio Granda.

Para el director del Registro Civil del Azuay, estos problemas se producen en todo aglomeramiento, pero aseguró que todos los usuarios que lleguen a la cola serán atendidos, no obstante, a las 09:00 un guardia dijo que se entregaron 700 turnos y que por lo tanto las demás personas en la fila deben retornar al día siguiente.

DATOS
Desde mayo de este año el Registro Civil del Azuay atiende en su local remodelado y adecuado con 12 ventanillas.

En ese tiempo, según las estadísticas, se entregaron 75 mil cédulas renovadas y por primera vez.

Con la remodelación se contrató por un año a 32 empleados, que se suman a los 55 que habían.

Los trámites de rectificación duran entre cuatro y ocho días.