El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, aseguró que tuvo cuatro razones para no avisar al Gobierno de Ecuador del bombardeo en contra del integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC), Raúl Reyes, quien murió en territorio ecuatoriano en marzo del 2008.
El sigilo que requería la operación, el temor a un nuevo fracaso dados los varios intentos fallidos, la facilidad con que Reyes se movía en Ecuador “y debo repetirlo, porque me asaltaba el temor causado por las declaraciones del presidente (Rafael) Correa frente a las FARC”, sostuvo a través del Twitter.
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Según el exmandatario, cuando Correa era candidato “hizo pronunciamientos que negaban el calificativo de terroristas de las FARC y en su ejercicio presidencial llegó a hablar del reconocimiento del estatuto de beligerancia”.
Mencionó que su “posición benigna frente a las FARC contrastaba con su enérgica condena del paramilitarismo”.
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Uribe expresó que gobiernos ecuatorianos anteriores a Correa “no generaron sospechas de favorecer a la guerrilla colombiana que cruzaba la frontera”. Añadió que las relaciones con los expresidentes Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio “fueron muy buenas”.
Señaló que el ataque se hizo desde su espacio aéreo y con pilotos de su nación. “Le desvirtué su idea de que el bombardeo había sido norteamericano desde la Base de Manta”.
Contó que José Miguel Insulza, secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), fue a Bogotá a investigar el operativo, y que le dijo que podía mirarlo todo en los videos de la Fuerza Aérea. “A las 23:00 de aquella noche me llamó y manifestó que quedaba totalmente satisfecho, pero esto no lo expresó en Quito”.