Aucas vivió este domingo una jornada de violencia al finalizar un partido de local, por la segunda categoría del campeonato ecuatoriano de fútbol.
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El incidente ocurrió tras 85 minutos de juego. Los hinchas soportaron la derrota que sufría 'Papá Aucas' ante Gualaceo. Patricio Minda abrió el marcador para los visitantes apenas iniciado el segundo tiempo y a él se unió Jaime Vélez.
Pero al minuto 66, Patricio Vélez dio un aire de esperanzas a los locales, cuando marcó el descuento. Al final, el jugador terminó expulsado.
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El minuto 80 fue clave para las aspiraciones de Aucas, cuando se decretó un penal que Gustavo 'Potro' Figueora falló, lo que también redujo al mínimo las posibilidades de que el equipo se lleve una victoria, indispensable para seguir en el camino del ascenso a la Serie B.
Entonces, un grupo de hinchas que asistió al estadio ingresó a la cancha. El árbitro Mario Romero Córdova optó por parar el encuentro, mientras se vio a varios fanáticos con palos en la mano para golpear a los jugadores, según versiones de tuiteros y periodistas presentes.
"Jugadores armados de palos se enfrentan a la hinchada. El personal de Machdeportes ha sido amenazado por el cuerpo técnico de Aucas", afirmó Roberto Omar Machado, miembro de esta cadena radial.
Según Machado, las agresiones se extendieron a los camerinos e incluso al área de prensa, pero no se reportaron heridos ni víctimas.
Tras volver a la calma, el juez decidió retomar el juego que culminó con el 2-1 y que pone en aprietos a Aucas que se mantiene con 6 puntos en el tablero del Grupo 2 del hexagonal final. A falta de cinco fechas para que culmine el líder de la zona es Juventud Minera con 12.
En la siguiente jornada, Aucas visitará a Gualaceo.
Reacciones en la red
La red Twitter fue una cancha de comentarios para los hechos violentos que mancharon el partido de Aucas.
"Aucas no tiene gol... Pero ¿a los puñetes se lo encuentra? No saben la tristeza que esa 'pasión' produjo", lamentó Edwing Encalada en su cuenta @EdwingEncalada
Mientras, @g_cevilla dijo no entender "hasta dónde puede llegar el amor o la afición a un equipo para perder la razón y la compostura".
