Freddy Andrade Boada
economista, Guayaquil.- El odio y la falta de respeto con que nos están conduciendo, está ocasionando que muchas empresas que daban trabajo a nuestros ciudadanos huyan a otras latitudes como a Perú, donde les están dando la bienvenida con exoneraciones fiscales de hasta 7 años.

No sé adónde vamos a parar con todo esto. EL UNIVERSO, uno de los diarios más queridos, leídos, antiguos y de mayor credibilidad, está a apunto de colapsar si finalmente pierde el juicio de los 40 millones de dólares. Se está castigando al rico y al empresario. ¡Qué pena por nuestro país, que no se utilicen nuestros recursos para sacarlo adelante, y en vez de eso nos dividan cada vez más! Soy profesional y gracias al desarrollo de las empresas en las que trabajé y a mis esfuerzos, escalé posiciones cuando en realidad sí se daba apoyo; pero hoy, por mi edad, estoy fuera de circulación en el ámbito laboral, pero eso no quita que uno no debe velar para que sus hijos y nietos tengan un futuro promisorio sin que deban ir a buscarlo fuera de nuestras fronteras. Esa estabilidad no se la consigue con las limosnas llamadas bonos de la pobreza, sino con estudio, trabajo, esfuerzo, y el apoyo a la empresa privada por parte de los gobiernos. Es la empresa privada, la iniciativa empresarial, las que propugnan el desarrollo, y no los gobiernos paternalistas que solapan a vagos o motivan al delincuente con leyes protectoras. El poder no es eterno, vean el de Hussein y Gadafi. Todavía es hora de rectificar, de unir a los ecuatorianos pobres y ricos en una sola fuerza; Ecuador lo merece.

Freddy Andrade Boada,
economista, Guayaquil