EFE-AP
GUADALAJARA, MÉXICO.- Entre fuegos artificiales, luces de colores y el himno mexicano interpretado por Vicente Fernández, decenas de miles de personas dieron el viernes la bienvenida a los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 en una fastuosa inauguración.

El presidente mexicano Felipe Calderón, el  director del Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge y figuras deportivas como el ex boxeador Julio César Chávez y el capitán de la selección mexicana de fútbol Rafael Márquez asistieron al espectáculo en el estadio Omnilife.

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"Con la certeza de que estos Juegos simbolizan la unión fraterna, la paz y la prosperidad que anhelamos para todos los pueblos de nuestra América, declaro solemnemente inaugurados los 16tos Juegos Panamericanos", dijo Calderón al dar por iniciada la justa.

Los organizadores habían prometido la ceremonia "más grande" que se haya visto en América latina, luego que más de 3.000 personas participaron en su preparación.

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Vicente Fernández, icono de la música ranchera, abrió la ceremonia con el Himno nacional y los temas 'México Lindo y Querido' y 'Guadalajara', rodeado de charros montados a caballo y bailarines típicos y la cerró su hijo Alejandro Fernández, como intérprete de 'El mismo sol', el tema oficial de los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara, de donde ambos son originarios.

La expresión musical de la esencia mexicana quedó completa con un gran mariachi mexicano, los bailes típicos a cargo del ballet folclórico de Jalisco y un escenario de campos de ágave, el cactus del que se extrae el tequila, bebida espirituosa de este país.

Cuando tocó Maná, también con origen en Guadalajara, varios atletas dejaron sus delegaciones para acercarse al escenario a bailar.

"Somos un mismo pueblo llamado América, esperanza para todos, que viva América, que viva México", dijo Fher, el líder del grupo musical originario de Jalisco.

Los boleros mexicanos, que marcaron una época en la vida social de este país, llegaron con el tenor José Duval, la cantante Oliva Gorra y Lila Downs; el colombiano Juanes y su llamado a cambiar el odio por amor, continuaron el espectáculo musical.

Desfile de los atletas
El ambiente mexicano dejó el protagonismo a los 6.003 deportistas de los 42 comités olímpicos de América, que comenzaron a entrar por orden alfabético iniciando con Argentina  país que organizó en 1951 los primeros Juegos Panamericanos, que este año cumplen los 60 años de existencia y terminando con el país anfitrión, México.

Los mexicanos desfilaron vestidos con tradicionales trajes de charro,
mientras que otros como los brasileños optaron por coloridas camisetas
verdes, amarillas y azules.

Alberto Rodríguez, campeón mundial de racquetbol, se hizo cargo del juramento de los deportistas, al comprometerse a respetar las reglas y el espíritu deportivo.

Poco antes del encendido del pebetero panamericano, varias estrellas mexicanas portaron las banderas olímpica y panamericana, incluida la ex golfista número uno del mundo Lorena Ochoa, el boxeador Saúl Alvarez, Rafael Márquez y la Miss Universo 2010, Ximena Navarrete.

Encendido del pebetero
Enriqueta Basilio, quien encendió el pebetero de los Juegos Olímpicos de México 1968, entró al estadio con la antorcha.

Se le unió en el recorrido el jinete mexicano Alberto Valdez, medallista en Londres 48, relevado por María del Rosario Espinoza, oro en taekwondo en Pekín 2008, quien le cedió el honor a la clavadista Paola Espinosa, la máxima medallista mexicana.

Espinosa se elevó unos pasos con un dispositivo de cuerdas y descendió en el centro del estadio para encender un pebetero del que enseguida salieron chispas que incendió el techo del estadio.

Las llamas dejaron paso al pebetero en el techo, una réplica gigante de la antorcha, que son las hojas estilizas del ágave, que surgió después de un juego de luces en el estadio, en una ceremonia que fue vista "in situ" por casi 50.000 personas.