Para Santiago Cuesta Caputi, gerente de Seprofin, la auditoría de MCS no es válida. Dice que la gestión de su firma cumple los parámetros del contrato con Seguros Sucre.
¿Por qué rechaza el informe de la auditora?
El 5 de septiembre recibimos esta comunicación (la terminación del contrato) en la que nos empiezan a echar basura. Hablan de 160 facturas, cuando nosotros, a esa fecha, habíamos atendido 26.139 casos (desde octubre del 2009), en todas las provincias. Maximiliano Donoso comete errores graves; dice que (hay inconsistencias) en las facturas de Manabí entre las de los proveedores reales y las presentadas por Seprofin. Eso es verdad, así es el negocio. Sin embargo, dice que son funerarias aparentes, y eso no es verdad.
Publicidad
¿No son aparentes?
En el 2011 manejamos más de 11.000 casos y ellos hablan de 6; los puedo desvirtuar.
¿Y la refacturación?
Eso es absurdo, estúpido e ilógico. El 99% de las funerarias son personas naturales, pequeños empresarios, no tienen RUC, no tienen nada. Para el primer contrato (octubre del 2009 a diciembre del 2010) la ministra de entonces María de los Ángeles Duarte, nos pidió que no seamos dueños de funerarias y no brindemos los servicios exequiales sino a través de los pequeños y medianos artesanos.
Publicidad
¿Qué dice el último contrato?
Hasta el 2010 cobramos un valor fijo y no hubo causal de una sola multa. Ellos (para el 2011) deciden cambiar las bases y que el operador, nosotros, simplemente brindáramos el servicio por un porcentaje de la facturación total. Las bases dicen que se podrá cobrar hasta $ 750. Eso dice el contrato firmado el 28 de diciembre (del 2010) con Seguros Sucre. Mi promedio es de $ 660; estoy $ 90 por debajo del presupuesto de ellos. También dice que el administrador tan solo proveerá los servicios exequiales única y exclusivamente con la red de funerarias afiliadas y autorizadas por él, por mí.