AFP
SANTIAGO.- Chile vivió este jueves una nueva jornada de protesta estudiantil, que incluyó violentos choques con la policía en varios puntos de Santiago, un día después de que se quebrara el diálogo con el gobierno, reavivando un conflicto que lleva ya cinco meses por una mejor educación pública.

Los enfrentamientos estallaron temprano luego de que los estudiantes se reunieran en un lugar no autorizado por las autoridades, y se extendieron por varios puntos de la ciudad, especialmente en las afueras de las universidades, donde se registraron violentos choques con la policía.

Los disturbios comenzaron después de que miles de estudiantes confluyeran en la céntrica Plaza Italia, lugar habitual de celebraciones deportivas, para iniciar una marcha por la avenida Alameda y fueran dispersados por la policía con chorros de agua y gas lacrimógeno.

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Se desató entonces el caos en este lugar, con miles de estudiantes corriendo para evitar ser alcanzados por el agua y el gas, comprobaron periodistas.

Grupos de manifestantes se replegaron en varios puntos de Santiago, donde levantaron barricadas incendiarias y se enfrentaron con agentes policiales con piedras y palos.

132 detenidos y 30 heridos
"Ha sido una jornada marcada por la delincuencia y el vandalismo", dijo la intendenta (gobernadora) de Santiago, Cecilia Pérez, quien cifró el número de detenidos en 132 "por desórdenes graves y lanzar piedras contra civiles y contra carabineros (policías)", en base a informes de la policía chilena.

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Asimismo, 25 agentes y cinco civiles resultaron con lesiones de diferente consideración, agregó Pérez.

"El gobierno es el culpable por negarse a todo. Pedimos permiso para marchar y no lo dan, pedimos educación gratuita y tampoco. ¿Qué pretenden?", dijo una de las voceras de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo.

"Los líderes de la Confech han estirado el elástico más de la cuenta", replicó de su lado Pablo Zalaquett, alcalde de Santiago, una ciudad que ha soportado desde fines de abril 37 marchas y jornadas de protesta convocadas por los estudiantes.

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Horas después de concluida la marcha, la dirigencia estudiantil, con apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el principal gremio chileno, anunció una nueva marcha para el 19 de octubre.

Quiebre del diálogo
La agitada jornada se produjo un día después de que una frágil instancia de diálogo abierta hace una semana entre los estudiantes y el gobierno se quebrara luego de la negativa oficial de avanzar hacia la gratuidad para gran parte del sistema público de enseñanza, inexistente hoy en Chile a nivel universitario y que favorece sólo al 40% de los escolares.

El quiebre llevó a fojas cero un conflicto que se extiende ya por cinco meses y que cuenta con un amplio respaldo ciudadano, manteniendo en jaque al gobierno del derechista Sebastián Piñera.

"A cinco meses, ninguno de los dos grupos ha abierto mayores espacios para empezar una negociación. Estamos en el punto cero", explicó el politólogo de la Universidad de Chile Guillermo Holzmann.

"El gobierno no ha variado su estrategia, se mantiene en la misma línea inicial y está apostando a que esa línea va a triunfar, que es el desgaste y la división interna del movimiento estudiantil y el rechazo social a los desórdenes públicos", agregó Holzmann.

Los estudiantes abogan por el fortalecimiento de la educación pública en un país con un sistema educativo altamente segregado, producto de las reformas impuestas por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

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El sistema amplió la cobertura a un nivel casi universal pero con un alto costo financiero para las familias, sobre todo en la etapa universitaria.

Ante el reclamo de gratuidad, el gobierno ha propuesto becas con base al mérito académico para los más pobres y una rebaja en la tasa de interés de un crédito privado con que las familias financian la educación de sus hijos.

'Mercado educativo'
"Nos hemos encontrado con un portazo. La propuesta del gobierno sigue sustentado el mismo modelo de mercado en la educación, en el que que el Estado subsidia a la banca por medio del argumento de la libertad de oportunidades y libertad de enseñanza", señaló Vallejo.

"En el gobierno y su coalición hay un sector pragmático dispuesto a negociar los aspectos más problemáticos del modelo neoliberal de mercado educativo, y un sector ideológicamente intransigente y de rasgos autoritarios", afirmó  el experto en educación Mario Waissbluth.