Por acatar la orden de un juez y dar paso a la diligencia de copiar el disco duro de la computadora del Juzgado 15º: de Garantías Penales, el CJT, notificó ayer la suspensión por noventa días al juez Oswaldo Sierra y al auxiliar de la Unidad Informática de la Dirección Provincial del CJT, quien ejecutó la orden. También al juez Carlos Ayala, quien dispuso la diligencia, y al notario 25º: suplente de Guayaquil, quien fue el depositario del disco clonado.

Afirman que era su responsabilidad cuidar los bienes a su cargo y que su actitud genera una imagen negativa de la Función Judicial. La actividad ordenada por un juez no afectaba en nada los bienes que estaban bajo su cuidado y, al contrario, la imagen y la transparencia se hubieran deteriorado si no se cumplía, pues hubiera resultado incomprensible que se negaran a cumplir un paso en una indagación previa, lo que de ninguna manera corresponde a los responsables de lo administrativo y se mueve solo en el ámbito de los jueces.

En la Constitución no consta entre las atribuciones del Consejo de la Judicatura que pueden intervenir en lo estrictamente jurisdiccional.