La visita del presidente al Hospital Abel Gilbert puso de manifiesto que las quejas de los usuarios son las mismas de hace ocho meses cuando se decretó la emergencia sanitaria: falta de camas, espera de meses para las cirugías, equipos fuera de servicio, carencia de medicamentos.
El Ministerio de Salud había anunciado que se invertirían en este centro, $14’100.000 y hasta el momento se han utilizado $7’000.000, sin embargo no hay cambios visibles, como lo ha constatado el primer mandatario que ha dado un nuevo plazo, hasta el 1 de octubre para que cambie la situación.
Hará falta no solo utilizar todo el dinero previsto en ampliar la infraestructura, contratar más personal médico y adquirir y reparar equipos, sino, fundamentalmente, revisar los métodos administrativos, los procedimientos y la actitud de servicio de quienes allí laboran. También hará falta que los centros médicos cercanos mejoren la calidad de sus servicios para que los pacientes puedan resolver allí sus problemas menores, sin recurrir al hospital.
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La salud es uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos y pilar básico del desarrollo. Es de desear que el 1 de octubre la evaluación sea positiva.