AFP-EFE
SANTIAGO.- Un saldo de 348 detenidos y 36 lesionados dejaron los desórdenes registrados en la primera jornada del paro laboral de 48 horas que inició ayer en Chile, según un balance final entregado por el gobierno chileno.
"Hemos tenido 348 detenidos a lo largo de todo Chile producto de los desórdenes que se han producido", dijo el ministro portavoz de Gobierno, Andrés Chadwick, en un balance de la jornada de paro.
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Chile estaba semiparalizado ayer, con oficinas públicas y parte del comercio cerrados, barricadas en avenidas de las principales ciudades y enfrentamientos con la Policía, en paro nacional citado por el mayor movimiento sindical.
A la manifestación, convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se adhirieron empleados fiscales y de algunas empresas privadas, además de estudiantes y profesores que desde casi tres meses han protagonizado masivas protestas para exigir educación gratuita y de calidad.
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Con peticiones que van desde una reforma a la Constitución y un cambio en el Código del Trabajo hasta la rebaja de los impuestos a los combustibles, la manifestación amenaza con convertirse en un reclamo generalizado en contra del gobierno de Sebastián Piñera.
En el inicio de la jornada, manifestantes bloquearon con neumáticos encendidos y palos esquinas importantes de la capital, como varias intersecciones de la avenida Alameda, la principal arteria de Santiago, mientras que en sectores periféricos se impidió la salida de algunos buses.
A media mañana, enfrentamientos entre manifestantes y agentes policiales estallaron en al menos tres puntos de la ciudad, donde la policía debió disolver con carros lanzaaguas y gases lacrimógenos a los piquetes que intentaron cortar el tránsito.
Durante la madrugada se registraron enfrentamientos entre manifestantes y policías en barriadas pobres de la periferia de la ciudad, mientras que la noche del marte miles de chilenos salieron a las calles para hacer sonar cacerolas en apoyo a la manifestación.
El gobierno chileno afirmó que los únicos que sufren con esta primera jornada de un paro nacional de dos días son los ciudadanos. "Cuando se llama a dos días de paro quienes sufren son los propios ciudadanos", señaló Chadwick.
El funcionario afirmó que "es difícil sentarse a conversar" con la CUT, debido a que "los planteamientos que han hecho son muy generales y vagos", aunque "(el gobierno) siempre está abierto al diálogo. El paro no tiene ninguna justificación".
Afirmó que solo un 5,3% de los trabajadores públicos adhirió al paro convocado por la CUT. "De un total de más de 190.000 funcionarios públicos, 10.569 se sumaron a la paralización de actividades", acotó.
En tanto, tres estudiantes que permanecían en huelga de hambre depusieron la medida que mantenían desde hace 37 días en apoyo a un paro estudiantil en contra del gobierno, según explicaron por el precario estado de salud.