La tradicional fiesta de San Pedro y San Pablo no sólo es una fiesta religiosa de fe, sino que esta mueve miles de dólares cada año.
En el mes de agosto comenzaron las celebraciones en Jaramijó, cantón que cuenta con los más fieles seguidores, quienes a la llegada de esta fiesta, paralizan sus actividades pesqueras.
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Es una tradición
Estas fiestas son costumbres ancestrales que se vienen multiplicando en diferentes barrios y comunidades.
La tradicional "fiesta de San Pedro y San Pablo", es una celebración que viene desde la época precolombina, la celebración se divide en dos gobiernos, uno de "negros" y otro de "blancos", quienes escogen presidentes, ministros y secretarios.
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La indumentaria que utilizan es formal, luciendo cintas y otros adornos, e inician una serie de visitas y cortejos en los diferentes palacios, dijo David Mero Vera, presidente negro.
Estas siempre que culminan en comilonas y bailes generalizados al compás de reconocidas orquestas.
Mero dijo que la inversión de esta recepción fue de 25 mil dólares, pues refirió que siempre brinda whisky a los invitados de honor, y se invierten en más de 200 cajas de cerveza para todos los que llegan a los palacios.
"Hay que señalar que las presidencias son peleadas, quienes participan, según señala la creencia y la fe, saben que lo que gasten les será retribuido el doble al año siguiente", explicó Mero.