QUITO
.- Ni una amenaza de bomba detuvo la designación de Hermán Jaramillo Ordóñez como nuevo presidente del Consejo de la Judicatura en reemplazo de Benjamín Cevallos, quien fue destituido la madrugada de ayer por el juez vigesimoprimero de Garantías Penales.
Ayer los vocales del Consejo se reunieron de forma reservada, desde las 16:30, para analizar la decisión de Coba y escoger un nuevo presidente. Media hora más tarde llegó Cevallos, sin protección policial, en un vehículo particular y evadiendo a los periodistas.
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Solo a las 18:15 se rompió la calma en los alrededores del Consejo, cuando tres patrulleros cerraron la calle Jorge Washington, entre Juan León Mera y Amazonas, mientras perros y agentes del GIR descendían de una camioneta para registrar el edificio por una supuesta amenaza de bomba, que al final resultó ser una falsa alarma.
Cuarenta y cinco minutos más tarde salió Cevallos en el mismo vehículo en el que ingresó, sin dar declaraciones. Mientras el flamante presidente convocaba a una rueda de prensa. Según Jaramillo, le corresponde asumir la presidencia por sucesión, ya que se desempeñaba como vicepresidente del Consejo.
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"Es indudable que parece que hay procedimientos que no están bien llevados y entiendo que el doctor Cevallos va a reclamar ante los jueces que han dictado eso (la destitución). La forma como se le sacó no es tan correcta", dijo Jaramillo, quien agregó que "la vida es así".
Jaramillo dijo conocer la resolución de Cevallos de suspender a los tres jueces que condenaron al coronel Rolando Tapia y cinco policías, pero que desconoce cuál es el estatus actual de los magistrados.
Pidió "por favor" al Consejo Nacional Electoral que proclame los resultados de la consulta popular y recordó que desde hace un año los vocales solicitan al Consejo de Participación Ciudadana que llame al concurso de oposición y merecimiento que permita su sustitución.