Con un marco constitucional más reforzado para la protección de los niños; con leyes y reformas directas o indirectas en su beneficio, y tareas aún pendientes, la legislación trata de moldear un mejor ambiente para ellos –que representan un 30% de la población–, aunque a paso un poco más lento que otros temas políticos que han marcado y siguen marcando la agenda de la Asamblea.