AFP
Damasco.-
Siete civiles, entre ellos una niña, murieron y un centenar resultaron heridos el domingo en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad en la región de Homs (centro), donde varias ciudades estaba rodeadas por el ejército desde el amanecer.
Enfrentado a un inédito movimiento de protesta contra el régimen de Bashar Al Asad, el poder sirio envió estas últimas semanas al ejército a varias ciudades, en particular a Tal Kalaj (150 km al noroeste de Damasco), Homs (centro), Banias (noroeste) y Deraa (sur), feudos de la revuelta.
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El domingo al alba "decenas de tanques rodearon Rastan y Talbiseh, así como la localidad de Teir Maaleh", ubicada entre Homs y Hama, había indicado a la AFP un militante de derechos humanos.
Según otro militante, las fuerzas de seguridad mataron a tiros a siete civiles: dos en Rastan, cuatro en Talbiseh y uno en una aldea vecina.
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Entre los muertos en Rastan "figura una niña, Hayar al Jatib", agregó.
"Más de cien heridos han sido llevados a hospitales (...) de Homs", tercera ciudad de Siria a 160 km al norte de Damasco, precisó.
Por su lado, el jefe del observatorio sirio de los derechos humanos, Rami Abdel-Rahman, contactado por teléfono en Londres, indicó que "los registros comenzaron" en Talbiseh, que fue escenario el viernes por la noche de una importante manifestación contra el régimen.
Los militantes prodemocracia dedicaron por otra parte una página Facebook a un muchacho de 13 años, "torturado y muerto" según ellos por las fuerzas de seguridad en Deraa, donde nació la protesta.
Según ellos, el muchacho decidió participar en las manifestaciones tras la muerte de un primo a manos de la policía. Fue detenido el 29 de abril y su familia no tuvo más noticias de él hasta que se le entregó su cadáver el 25 de mayo.
Los militantes indicaron que había rastros de tortura en su cuerpo, y afirmaron que tenía el cuello roto.
"Todos somos Hamzeh (...) Vamos a salir de cada casa y de cada barrio para expresar nuestra cólera", escriben en la página que se le dedica.
Según Abdel Rahman, "no se pueden seguir callando las torturas en Deraa y en otros lugares. Es necesario que las autoridades sirias juzguen a los que torturaron a Hamzeh Al Jatib y a los demás".
Según el Washington Post, que cita a responsables norteamericanos no identificados, Irán envía instructores y consejeros a Siria para ayudar al régimen a reprimir las manifestaciones que amenazan a su principal aliado en la región.
Varias ONG informaron que mas de 1.000 personas han resultado muertas y unas 10.000 detenidas desde el inicio del movimiento de protesta el 15 de marzo.
Las autoridades sirias, que atribuyen los disturbios a "grupos criminales armados" o a "grupos terroristas", aseguran que 143 miembros de las fuerzas de seguridad murieron desde entonces.
Los medios extranjeros no pueden verificar informaciones de manera independiente debido a las restricciones impuestas por el régimen.
El presidente Asad, que es objeto de sanciones estadounidenses y europeas, está igualmente sometido a presiones de su aliado ruso que le ha pedido que aplique reformas democráticas.