Han pasado 20 años. Sus hijos hoy estarían próximos a cumplir 35. Fueran profesionales, tendrían una familia y ellos tuviesen más nietos. Serían felices todos juntos. Así piensan Marco Zambrano Carriel y José Rada Coloma, padres de Marco Javier Zambrano Carriel y Javier José Rada Murillo, quienes el 13 de diciembre de 1991 supuestamente perecieron ahogados en la piscina del colegio nacional Vicente Rocafuerte.
Tenían 15 años. Eran amigos desde niños. Habían estudiado juntos en la escuela Pedro Carbo, pero cuando estaban próximos a terminar el primer curso ocurrió una tragedia, en la que la justicia no halló culpables; y, el 2 de julio del 2002, el juicio “por homicidio culposo”, que ambos entablaron contra autoridades y varios empleados del plantel educativo en la Corte de Guayaquil, prescribió.
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En el 2007, la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que hubo violación del derecho a la vida y que el Estado fue culpable, por lo que sentenció indemnizar a los padres de los jóvenes. Pero para los Zambrano Hernández y los Rada Murillo, pese al paso del tiempo, el dolor sigue latente.
“Yo no voy a vender a mi hijo por una indemnización. Esto indigna, lo que vive hoy esa madre (Felícita Vargas) es lo mismo que nos tocó experimentar y ha removido nuestro dolor. Al chico se lo mataron”, reniega Segundo Zambrano, a quien la tragedia lo acercó a José Rada, un hombre que después de tanto sufrimiento, “incluso en los juzgados”, dice, está enfermo.
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“Nuestros muchachos no están tranquilos todavía, mire qué coincidencia: justo un 13 de diciembre, que ocurrieron nuestras desgracias, 20 años después sucede algo parecido en el mismo sitio: esa piscina maldita, un mismo 13, pero de mayo”, dice indignado Zambrano, para quien su hijo Marco, por ser mayor, era el eje de sus hermanos que no vivían con madre.
“Pedimos sanción al colegio y nunca se dio. Las autoridades de Educación de entonces nunca dijeron nada, ojalá ahora no se repita esa historia”, sostiene Rada, y recuerda que hubo testigos (compañeros de estudio) que señalaron a la banda de Los Contras como responsables de haberle provocado la muerte a Marco en la piscina y luego matar a golpes a José para no dejar testigos del homicidio.