Indígenas, toreros, sindicalistas, industriales, banqueros... La derecha y la izquierda, los de arriba y los de abajo, los que nunca se juntan, los que siempre se miran de reojo, con desconfianza, esta vez impulsaron –desde sus respectivos espacios– el No en la consulta popular propuesta por el presidente Rafael Correa.
El conteo del Consejo Nacional Electoral (CNE) les otorga una derrota. Sin embargo, el que cuatro de cada diez personas haya votado por el No es considerado por estos sectores como un triunfo, pues en las elecciones pasadas la imagen y las tesis de Correa se habían impuesto en un amplio margen.
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Indígenas y ambientalistas denunciaron que la consulta derivaría en una intervención directa del Ejecutivo en la justicia. Antes ya habían criticado “la criminalización de la lucha social”, representada por los juicios por terrorismo en contra de Marlon Santi, expresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), y el dirigente amazónico José Acacho. Para la ecologista Esperanza Martínez, votar por el Sí equivalía a “legitimar la agresión contra la naturaleza y sus defensores”.
Humberto Cholango, presidente de la Conaie, fue parte de la Coordinadora Plurinacional por el No, que incluyó al MPD, Pachakutik, comerciantes minoristas, la Unión Nacional de Educadores y al Movimiento Alianza Libertad, entre otros.
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Cuando Cholango conoció la corta diferencia entre el No y el Sí resaltó la posición de las bases frente al poder. “Esta vez ha triunfado la conciencia de los humildes frente a una campaña millonaria del gobierno”, dijo.
Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), hizo énfasis en la ausencia de los socialcristianos y de otros personajes que si bien se decían de oposición no aparecieron en la campaña.
Los taurinos también tuvieron una participación activa. Defendieron las corridas de toros y los trabajadores de los casinos, sus puestos de trabajo.
“Esta vez No presidente” fue la frase que aglutinó a pequeños movimientos.
Gustavo Larrea, del Movimiento Participación y exministro de Correa, integró la Coordinadora Plurinacional por el No porque considera que este grupo permitió reunir a fuerzas políticas y sociales que en su momento se inscribieron en el correísmo y que ahora son sus críticos. “No es verdad que Correa enfrentó a una oposición que fue oposición desde el comienzo (los partidos políticos tradicionales) o a los medios de comunicación, sino que (esta vez) enfrentó a un conjunto de fuerzas que ante la concentración del poder, el autoritarismo, el haber cerrado el capítulo de cambios sociales...”, agregó.
Además de la Coordinadora Plurinacional, por el No hubo otros que impulsaron esta posición, como Cauce Democrático y Montecristi Vive.
Aunque todos intentaron evitar su encasillamiento en la partidocracia no faltaron viejos y nuevos políticos en la campaña de la consulta. Allí aparecieron militantes y expartidarios del MPD, de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), del PSC, de la ID, de Pachakutik e incluso desectores de Alianza PAIS.
Cauce Democrático, liderado por el expresidente de la República Osvaldo Hurtado, se identificó como “un colectivo cívico, pluralista y no partidista conformado por ciudadanos de diferentes ideologías en defensa de las libertades”.
Alberto Acosta, de Montecristi Vive, matizaba: decía que defendía la Constitución y la no intervención en la justicia, señalando que esa interferencia ha sido un objetivo propio de la partidocracia, lo que ya fue rechazado en la Constituyente.
Ahora Acosta, exfundador de PAIS y exministro de Correa, está, si no en la oposición, al menos en el sector más crítico de los correístas hace cuatro años. Esto llevó a Rafael Correa a decir que Alberto Acosta “se convirtió en el Osvaldo Hurtado de la izquierda”.
Manuela Gallegos, otra disidente de PAIS y parte de Montecristi Vive, se mostró admirada de que muchos fanáticos de PAIS siguen contando los votos, cuando en realidad lo importante de resaltar es que la votación por el No se dio en once provincias de la Sierra y la Amazonía, que si bien son de número poblacional reducido en relación con las grandes provincias son las que tienen mayor representación indígena y de sectores que se identifican con la defensa de los recursos naturales. Eso, a su juicio, marca la diferencia en este proceso electoral.
“En este momento hay una división entre la gente que vota con fidelidad al pedido del presidente, es una cuestión más cercana al populismo que a una revolución, y la gente que realmente hace un análisis y tiene definiciones ideológicas mucho más claras”, dijo Gallegos.
Para Ruptura de los 25, que también apoyó a la revolución ciudadana, la consulta fue la razón de su separación definitiva del oficialismo en la Asamblea y en los cargos públicos.
Al término de la campaña, la asambleísta María Paula Romo enfatizó que los resultados “no son una victoria de ningún dirigente político... la verdadera victoria es de la democracia y el espíritu de libertad que ha caracterizado al pueblo ecuatoriano”.
Al No también se sumó una parte de los socialistas, que en el Legislativo votan junto al poder; entre los que apoyaron el No estuvo el dirigente socialista Víctor Granda.
“Unidos por la Democracia” se integró con la ID, CDN, RED, los movimientos Evolución Democrática, Justicia y Libertad y Defensores de la Libertad, entre otros.
Durante toda la campaña el asambleísta César Montúfar (CDN) pidió un debate público a Correa, quien lo tildó de “mediocre”. El legislador, al final de la campaña, terminó con un moretón en su ojo izquierdo, luego de un puñetazo de un correísta.
Este grupo también se lanzó a la campaña en medios con la frase “¿Quiere más poder?... No, gracias” y logró insertar algunos spots del actor popular Carlos Michelena, que anteriormente fueron retirados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) desde su salida en la cadena Fox. El único partido que fue solo en la campaña por el No fue Sociedad Patriótica que recorrió varias provincias.
Los de última hora
Madera de Guerrero
Madera de Guerrero (MG), liderado por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, se quedó sin un asambleísta por su falta de reacción ante la consulta. El 11 de abril, tres días antes de la campaña, el asambleísta Enrique Herrería se separó de MG. Al final salió Nebot a apoyar la tesis del No y cuando terminó la campaña los asambleístas Cynthia Viteri y Andrés Roche se posesionaron en la Delegación Electoral del Guayas para vigilar el voto.
Roldosismo
El Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) tomó la decisión de no inscribir al partido en esta campaña y la dirigencia dio libertad a sus bases para votar por lo que consideren más conveniente. El asambleísta Abdalá Bucaram Pulley manifestó: “Nosotros dijimos claramente que no estamos a favor de la consulta porque representa un pacto con la derecha; y no estamos con el No porque representa a los golpistas de Abdalá Bucaram (su padre), desestabilizadores de la democracia”.
Prianistas
El asambleísta Vicente Taiano, dirigente del Prian, del millonario Álvaro Noboa, justificó su poca presencia. “No nos quedamos callados, sí trabajamos por el No, pero nuestras cuñas las pasamos la última semana porque alcanzó para tan poco que casi no se notó (...) (Álvaro Noboa) quiso hacer (una cadena), pero no le permitieron porque ya habíamos pautado la propaganda electoral (...) ni pagando pudo salir a nivel nacional”, explicó Taiano.