Canasta básica
El costo de la canasta familiar básica para la región Costa es de $ 557,89, para una familia de cuatro miembros, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). En esta estimación se toman en cuenta alimentación, vivienda, indumentaria y misceláneos, hasta abril pasado.
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Solo en el rubro ‘alimentación’ el INEC sostiene que el gasto mensual es de $ 201,82, no obstante, en la vía a Samborondón, residentes afirman que esa cantidad no está acorde a la realidad de sus gastos.
lAS COMPRAS
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María Esther Álvarez, residente de la urbanización Terrasol, asegura que “en las compras de víveres, verduras y otras cosas al mes se van unos $ 400. Aquí comprar en tienda sale caro, en especial las frutas y verduras, y eso en mi casa consumen bastante, por eso más tratamos de comprarlas en el mercado para que no salga muy caro”.
En una despensa de Entre Ríos por ejemplo, dos libras de tomate riñón cuestan $ 1,40, mientras que en una cadena de supermercados, $ 0,85; una libra de alverjas vale $ 2 en la despensa y en $ 1,30 el supermercado; un brócoli en la despensa cuesta $ 0, 80, mientras que en el supermercado el precio es de $ 0,43.
Muchos moradores de la zona prefieren comprar los alimentos en las cadenas de supermercado porque ofrecen descuentos para quienes tienen tarjeta de afiliación.
Gabriela Gómez es estudiante universitaria y vive en Entre Ríos con su hermana y una amiga. Ella estima que en compras de alimentos gasta unos $ 200, “sí cocinamos en la casa, pero las compras solo en Supermaxi porque las despensas de por aquí son más caras. Si se nos acaba algo de imprevisto ahí sí compramos ahí, pero por lo general no (...), aunque también a veces nos toca comer afuera, por ejemplo, un tiempo yo comía en D’Nelson que los almuerzos cuestan $ 2,50, pero ahora estoy cuidando un poco mi alimentación y como así cosas más orgánicas, de dieta y gasto unos $ 6 solo en almuerzo”, dice ella.
Los precios de los víveres y lácteos también varían de acuerdo al lugar. En una panadería del sector, un yogur que debería costar $ 0,60, tal como marca el precio de venta al público (PVP) en el envase, se vende a $ 0,70.
En una centro de educación superior del sector, las máquinas dispensadoras venden la funda de papitas fritas y snacks a $0,50 a pesar de que el precio de venta al público está marcado en $ 0,35. Si alguien compra un yogurt todos los días del mes, gastaría $ 3 de más. En el caso de consumir una funda de snacks al día , serían $ 3,5 de sobreprecio.
“La persona puede hacer la denuncia en la Defensoría del Pueblo, tiene que ir pero necesita un abogado. Definitivamente muy pocas personas se quejan, en este sector nadie lo hace por $ 0,25, ya es costumbre (...). Creo que la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor la usan más en restaurantes por el tema de higiene y calidad, pero sí la ley ampara al individuo que consume cualquier producto sobre el PVP, ellos (los dueños de locales) tienen que mantenerse en un precio estándar, es la obligación porque la ley lo dispone”, asegura el abogado Andrés Arias.
Servicios Básicos
COMPARAR UNA PLANILLA de luz, agua o teléfono de Samborondón con una de Guayaquil refleja una diferencia sobre el tipo de sector donde se vive y el consumo de la familia.
“Existe una diferenciación entre lo que cobran Guayaquil y Samborondón”, afirma el director técnico de la empresa Amagua (km 9), Miguel Alvarado.
Hay cuatro tipos de tarifas en el agua potable. Estas se definen según el consumo que señala el medidor. En residencia tipo I, casas o ciudadelas de La Puntilla, el metro cúbico (hasta 30m³) está en $ 0,73. Comunal o subsidiada, sectores como La Aurora y Buijo Histórico, hasta 15m³ cuesta $ 0,34; de 15m³ a 30m³, $ 0,44; y de 31m³ a 60m³, $ 0,59.
En áreas verdes, la tarifa referencial es de $ 0,59 y la comercial, el metro cúbico de 0 a 30 es de $ 0,76. “A partir del consumo de $ 0,60 va a encontrar un rubro ambiental, para hacer mejoras y dejar al sector más bonito”, explica la coordinadora comercial Jessenia Huacón.
Ella comenta que en “Guayaquil se maneja una tarifa inferior en los primeros rangos de consumo (de 0 a 30 m³). Del metro cúbico 61 en adelante tienen tarifas más altas que la nuestra”.
María Teresa Irigoyen vivía en Urdesa y hace ocho meses se cambió a Tornero III. En su casa son tres personas y cuenta que “en luz es igual, agua tal vez es el 25% más. Asumo que es más caro”.
En alcantarillado, en Guayaquil se paga casi el 80%. En Samborondón, el 30%. Sin embargo, en ciudadelas donde se ha realizado algún trabajo de infraestructura el costo aumenta pero no pasa del 80%.
La Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), ubicado en el km 1,5 al lado del Village Plaza, mantiene una pensión básica residencial nacional de $ 6,20, la comercial es de $ 12.
En la factura se puede recargar una llamada regional, que tiene un costo de $ 0,15 el minuto. Otros valores también son el pago al número reservado y el identificador de llamada. Por ejemplo, en casa de Mariuxi Rada (Tornero III, km 2,5) hay dos líneas telefónicas. Cuenta que sumando ambas facturas paga cerca de $ 22 al mes, porque “tengo bloqueado para llamadas a celular y solo de una se puede marcar a Quito u otro lado”.
En CNEL Guayas-Los Ríos (Corporación Nacional de Electricidad) el cobro es de $ 0,10 el kilovatio (kwh) a nivel nacional. Además se suma el pago por alumbrado público, impuesto a los bomberos y la tasa de recolección de basura.
Según el sector se justifica el aumento en la factura; mientras mayor sea el consumo, mayor es el impuesto, regulado por el Municipio.
Este es el caso de Juan Carlos Rodríguez. Vive en el km 4, su casa tiene siete dormitorios, cada uno con aire acondicionado, y una piscina, que trabaja en conjunto con la bomba. En abril consumió 2.632 Kwh. “Mensualmente pago más de $ 200. Creo que por esta época es así, porque prendo el aire por el calor. Pero recargan demasiados impuestos cuando casi siempre cortan el servicio sin avisar”.
Agrega que dentro de casa procura tomar medidas de ahorro, como apagar las luces de los espacios que no se ocupan. Aunque en caso de un evento social “me toca prender hasta las luces de la piscina”.
Sin embargo, Elsa Morán, habitante de La Aurora, asegura que desde hace dos meses no le llega la factura de la luz a su domicilio. “Me acerco con una factura vieja a averiguar cuánto debo para que no me corten”.
Vivienda
entre el precio de una casa en la vía a Samborondón o La Aurora y el precio de una en cualquier otro sector del norte de la ciudad de Guayaquil hay grandes diferencias, tanto en alquiler como en compra.
Quienes optaron por una residencia en esta zona, destacan la serenidad y privacidad de la que gozan en este sector. Así lo afirma Rosa Coronel, quien vive en Vista Sol (km 7,5) hace un año junto a su esposo Pavel Robalino. “Prefiero vivir en este sector más por la tranquilidad y la seguridad”, sostiene.
Con ella coincide Washington Andrade, residente hace un año de urbanización La Joya (km. 14), él asegura que vale la pena pagar un poco más por una vivienda en este sector “por la paz, a penas uno entra en la urbanización siente una tranquilidad, aunque sea más lejos y se complica un poco el transporte, esa tranquilidad vale la pena asegura”, antes de vivir en La Joya, él y su familia alquilaban una villa en la Alborada por $ 280, su casa propia le costó $ 43.000.
El precio va de acuerdo al espacio y comodidades que ofrece la vivienda e incluso la urbanización, una casa de un piso en la urbanización Laguna Dorada (km 1) con cinco dormitorios, gimnasio, piscina, pérgola, bar y garaje se vende en $ 650.000; en Vista Sol (km 7,5), una casa de dos plantas, con cinco dormitorios, sala de juegos, estudio y bodega está valorada en $ 275.000 y en la urbanización Ciudad Celeste (km 9), una casa de dos plantas con cuatro dormitorios y cuatro baños cuesta $ 110.000.
En cambio, una vivienda al norte de Guayaquil, en la ciudadela Samanes, con dos plantas, tres dormitorios y garaje cuesta $ 46.0000; una casa en un conjunto privado de Ceibos Norte, con dos plantas y cuatro dormitorios esta valorada en $ 125.000.
Si se trata de alquiler, un departamento de tres dormitorios en Entre Ríos puede costar $ 490 mensuales, mientras que uno también de tres dormitorios en una ciudadela cerrada como San José (km 2,5) unos $ 750. En la ciudadela Urdesa Central por ejemplo, un departamento con tres dormitorios se alquila por $ 450 y uno en Guayacanes por $ 300.
Mercedes Núñez, quien residió en Guayacanes hasta el 2007 y actualmente vive en Ciudad Celeste afirma que se cambió de casa por seguridad. Aunque al principio la movilización la incomodaba, ya está acostumbrada y disfruta de la vida en Samborondón.
“Más que nada nos cambiamos por seguridad, estaba muy peligroso, en Guayacanes ya les habían robado a mis vecinos y creo que solo faltábamos nosotros (...) Te cuesta más todo en Samborondón y es complicado en Ciudad Celeste ya que la salida es bien larga, por aquí no hay tiendas cerca, siempre necesitas carro para salir, pero después te acostumbras”, asegura ella.
Cifras
30%
Según miguel alvarado, directivo de amagua, ese es el porcentaje
del consumo de agua que se paga por el alcantarillado en el sector.
En Guayaquil es del 80%, explicó
$490
Puede costar el alquiler de un departamento de tres dormitorios
en la ciudadela entre ríos. en urbanizaciones cerradas supera los $ 700 al mes