Una aparente equivocación de la Fiscalía en las investigaciones del caso que involucra al coronel César Carrión, exdirector del hospital de la Policía, podría echar abajo la acusación que enfrenta el oficial, de cómplice de una supuesta tentativa de asesinato contra el presidente Rafael Correa durante la sublevación policial del pasado 30 de septiembre (30-S).
Eso se desprende de las declaraciones de los testigos presentados por la Fiscalía, Adriano Villa, perito de Criminalística de la Policía Nacional, y Ney Bravo, perito y funcionario de la Fiscalía.
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A eso se suma la retención dispuesta por el Tribunal 5º de lo Penal de Pichincha de los policías Richard Piedra y Álex Casierra, quienes podrían ser investigados por un supuesto perjurio.
Ellos podrían haber falseado los hechos del 30-S en relación con la responsabilidad de Carrión en el supuesto cierre de la puerta de acceso al Hospital de la Policía, para impedir que Correa ingresara.
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Según Stalin López, abogado de Carrión, el panorama se ha orientado a favor del oficial porque no se pudo sostener la tesis de la Fiscalía, en cuyo dictamen acusó a Carrión de encubridor de magnicidio.
El tribunal retuvo a Piedra y a Casierra (considerados como testigos claves de la Fiscalía), quienes son miembros de la seguridad presidencial, por las supuestas inconsistencias de sus declaraciones.
Inicialmente Piedra afirmó que encontró cerrado el candado de acceso al hospital, por lo que pensó abrirlo de un disparo, aunque estuvo al otro lado de la puerta, mientras Casierra supuestamente amenazó con un arma de fuego a Carrión para que le entregue la llave, pero en su testimonio ante el tribunal afirmó que no tuvo en su poder un arma de fuego.
Estos testimonios se suman al realizado el pasado lunes por el asesor de Correa, Francisco la Torre, quien acompañó al presidente durante los hechos del 30 de septiembre del 2010.
En su testimonio, La Torre afirmó que no alcanzó a ver un candado en la puerta de acceso al hospital y que tampoco identificó a Carrión como uno de los que impidieron el acceso del mandatario a ese centro.
Ayer compareció el periodista Hólguer Guerrero, quien se ratificó en que el coronel César Carrión dijo “hay que darle cianuro al presidente”, aunque en esta ocasión manifestó que su tono fue irónico.
Otro acusado, Luis Aníbal Martínez Villáñez, declaró que jamás estuvo en la central de radio de la Policía ni tampoco tuvo una radio en sus manos para agitar a sus compañeros, como dice el informe de Inteligencia que sirvió de base para que el fiscal Enríquez lo vincule al caso de magnicidio.
López dijo que pedirá que se prescinda de treinta de sus testigos, ya que con la intervención del fiscal quedó comprobado que no existió mala atención para Correa el 30 de septiembre y que además se han desvirtuado otras acusaciones.
Más datos: Proceso largo
Testimonios
En el segundo día de la audiencia de juzgamiento en contra del coronel de Policía, César Carrión, por el caso de magnicidio, recién comparecen 12 de las 113 personas llamadas a declarar.
Más investigaciones
Según Stalin López, abogado de Carrión, se debía investigar, también, cuál fue la persona responsable de los disparos contra el vehículo presidencial, en cuya acción hubo intento de asesinato contra el mandatario.