Pocos días antes de su posesión como presidente de la República, en diciembre del 2006, Rafael Correa decía que para elegir a sus colaboradores más cercanos y a funcionarios públicos del Gobierno inauguraría la ‘meritocracia’.

“Escogeremos a los mejores... Con nosotros se sepultará la palancocracia. Lo que sí voy a exigir es la lealtad al proyecto PAIS”, refería en sus primeras entrevistas de prensa.

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Más de cuatro años después, el pasado 18 de abril, mediante la firma del Decreto Ejecutivo Nº 737, el mandatario creó el Instituto de la Meritocracia, cuyo funcionamiento anual tendrá un costo de $ 2 millones.

Según ese documento, el organismo –adscrito al Ministerio de Relaciones Laborales– tendrá como objetivo principal “garantizar el fortalecimiento del sector público” a través de la implementación de un sistema técnico de selección de personal con base en los méritos, capacidades y valores.

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El ministro Richard Espinosa explica que si bien los concursos de oposición y méritos para contratar personal serán organizados por cada entidad del sector público, estos no podrán declarar a los ganadores sin que antes el instituto verifique que el proceso cumplió todos los requisitos legales.

“Si está mal hecho (el concurso), se mandará a repetir. Si está bien, se dará paso a que se declare al ganador”, indica.

A más de intervenir en la selección del personal, el Instituto de Meritocracia se encargará de vigilar que las otras entidades que no están bajo su ámbito de acción también efectúen concursos para incorporar nuevos servidores, así como de hacer evaluaciones periódicas.

Al momento, según Espinosa, están casi listas las normas que regirán de manera general para la selección de funcionarios.

El ministro garantiza que dentro de poco tiempo el sector público tendrá a los mejores elementos humanos. “Ya podremos hacerlo por dos razones: tenemos un nivel de sueldos comparable al de las empresas privadas y ya se acabó el palanqueo, el padrinazgo, el amiguismo... ahora todos entrarán por sus méritos”.

El exministro de Trabajo del gobierno de Lucio Gutiérrez, Felipe Mantilla, tiene reparos porque cree que ese instituto “centralizará los concursos de selección” y “habrá más burocracia”. Si una dependencia estatal requiere contratar personal de manera urgente, perderá tiempo mientras el instituto verifica todos los pasos seguidos. “Esos temas tienen que resolverlos los propios departamentos de recursos humanos de las instituciones”.

Miguel García, presidente de la Federación de Servidores Públicos, piensa que si los concursos de selección se realizaran de forma transparente no habría necesidad de crear el Instituto de la Meritocracia.

Sin embargo, indica, la reciente experiencia en la convocatoria para elegir al fiscal general, organizada por la comisión ciudadana nombrada por el Consejo de Participación Social, es una muestra de que eso no ocurre.

García sostiene que la entidad que vigile los concursos no debe tener injerencia del Ministerio de Relaciones Laborales o, en su defecto, podría permitir la presencia de veedores en representación de los servidores. Actualmente algunos ministerios aceptan que las Asociaciones de Servidores realicen auditorías a los procesos, con posiblidad de impugnar.

Pormenores: Sobre nueva entidad
Fuera de alcance
El Instituto de la Meritocracia no actuará en los procesos de renovación de personal de la Policía, las Fuerzas Armadas y Cuerpo de Bomberos, así como el personal de carrera del Servicio Exterior, maestros y el de las empresas públicas que se rigen por leyes diferentes a la de Servicio Público.

Coordinación con entidades
El organismo coordinará acciones con otros programas y entidades estatales; así, por ejemplo, accederá a convenios con el Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo (IECE) y la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), para becar a funcionarios públicos; y con la red Socio Empleo, para hallar aspirantes.

Experiencias foráneas
En países como Chile y Uruguay existen las llamadas Oficinas de Servicio Civil, con atribuciones similares a las que tendrá el instituto.