REUTERS-EFE
BENGASI, Libia.- La Corte Penal Internacional (CPI) tiene pruebas de que el gobierno de Muamar Gadafi planeaba aplastar las protestas matando a civiles antes de que estallara un levantamiento en Libia, indicó ayer el fiscal del tribunal, el argentino Luis Moreno Ocampo.
Las protestas contra el Gobierno, que comenzaron el 15 de febrero, se transformaron en una guerra civil, luego de que las fuerzas de Gadafi dispararan contra manifestantes para luego sofocar los levantamientos en el oeste de Libia, dejando el este y la ciudad de Misrata en manos rebeldes.
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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que el 17 de marzo aprobó ataques aéreos contra el Gobierno de Libia para prevenir que continuara con las matanzas civiles, remitió en febrero el caso a la CPI, primer tribunal mundial permanente para crímenes de guerra.
Moreno debe presentar un informe a Naciones Unidas el 4 de mayo, y se espera que solicite órdenes de arresto.
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"Tenemos evidencia de que luego de los conflictos en Túnez y Egipto en enero, personas del régimen planeaban controlar las manifestaciones dentro de Libia", indicó Moreno, quien señaló que "el disparo a civiles era un plan predeterminado".
Mientras, los esfuerzos diplomáticos para acabar el conflicto han fracasado, pues el gobierno ofrece concesiones, pero insiste en que Gadafi siga en el poder, mientras los rebeldes se muestran inflexibles en su demanda de que deje el cargo que ha mantenido durante 41 años.
Ayer, la OTAN afirmó que un 30% de la fuerza militar de Gadafi ha sido destruida por los ataques internacionales que se centran ahora en Misrata, tercera ciudad del país bajo control rebelde, y atacada desde hace mes y medio por la artillería de Gadafi, causando cientos de muertos y heridos, mientras continúa la intensa batalla por el puerto petrolero de Brega.