Un comercial en televisión invita a la gente a marcar determinado número telefónico para medir su condición de “cholo”. Publicidad discriminatoria que atenta contra una garantía constitucional en el numeral 2, del artículo 11, de nuestra ley superior. No es posible que se utilicen calificativos que atentan contra la integridad de un determinado grupo ancestral que aporta con su trabajo, historia y cultura al engrandecimiento de nuestra nación. Somos cholos, y eso es importante para nuestra comunidad.
David Romo Pezantes,
licenciado, La Libertad