En el fárrago de partidos del miércoles 2 de marzo, entre Libertadores, Liga Española, Copa Inglesa, torneo alemán y yuyos diversos, pasó inadvertido un hecho infrecuente, fantástico: Ryan Giggs, el formidable extremo izquierdo del Manchester United, cumplió 20 años en Primera División. Y aún más notable: los 20 con la misma camiseta. Nunca se fue, jamás estuvo desesperado por marcharse a otro lado “donde pueda ser feliz”, “enfrentar nuevos desafíos” ni ninguna de esas falacias o eufemismos a que apelan los futbolistas cotidianamente para justificar que, simplemente, se quieren ir a otro club para cobrar un poco más. “Acá gano diez millones de dólares y allá me dan once, ¿cómo no me voy a ir...?”.