Nuevamente un hospital público es el centro de atención con respecto a infecciones intrahospitalarias ocurridas en neonatos, sin embargo, los problemas de asepsia en quirófanos privados y públicos están lejos de la normativa hospitalaria internacional.
El show de “peritos” frente a cámaras, tomando una muestra en un difusor de aluminio en el centro del quirófano, da muestras del poco conocimiento de normas y procedimientos.
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En todo quirófano existen estrategias arquitectónicas de exclusas con presión positiva para evitar que ingresen bacterias o virus, además de uso exclusivo de unidades de climatización dedicadas e independientes para cada quirófano y, finalmente, los difusores de aire que incluyen filtros HEPA con una eficiencia mínima del 99,997% de filtración, todo supervisado con un sistema de control para la temperatura, humedad, filtración y presión del aire suministrado.
Es irracional que siga en funcionamiento un quirófano sin las especificaciones mínimas mencionadas, por lo que, aprovechando la llamada emergencia hospitalaria, se deben cerrar urgentemente todos los quirófanos fuera de norma y se debe proceder a su rápida corrección, cuyo tiempo no será menor a 4 meses.
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Señor presidente, es urgente que no solo se sancione al ministro de Salud –como ocurrió con el desastre del Hospital de Chone, donde no existe un solo responsable del pésimo manejo de operación y mantenimiento de sistemas–; por nuestros niños, no siga permitiendo que funcionen quirófanos o cuartos de terapia intensiva como bodegas climatizadas.
Walter José Gamarra Yépez
ingeniero, Guayaquil