Paredes mojadas por filtraciones de agua y goteras presentan algunas de las casas que entregó gratis el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) a las familias reubicadas del cerro Las Cabras, en el cantón Durán, y que ahora están asentadas en la 4ª etapa de la ciudadela El Recreo (en los terrenos de esta cartera de Estado).

Fueron 130 familias las beneficiadas en el 2008 con la reubicación de sus viviendas, que se caían por los constantes deslaves. En el cerro Las Cabras sus casas eran de caña, mientras que con la ayuda del Miduvi, aseguran, se les dieron villas con paredes portantes de hormigón proyectado con estructura de acero (sistema walltech, aprobado por el Ministerio).

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“Las casas, que no nos costaron ni un centavo, son bonitas. Pero lo único malo es que el agua se filtra por el invierno en algunas paredes y creemos que es porque no se realizó bien la mezcla, por eso son paredes fofas, de poca consistencia”, manifestó un habitante de la mz. E de la ciudadela conocida como Asociación María de los Ángeles, en gratitud, según los moradores, a la exministra de esta cartera, María de los Ángeles Duarte, quien les gestionó la reubicación y las viviendas.

A otros, como Ernesto Trejo, de 44 años, de la mz. F, villa 14, y a Marjorie Trejo, de 22 años, de la mz. B, villa 10, también se les han empezado a mojar las paredes principales de la fachada y de la lavandería.

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En cambio, Paola Esmeraldas, de 41 años, de la mz. B, villa 28, hizo un hueco en una de las paredes de la sala para colgar un cuadro en un clavo y ahora, cuando llueve, el agua “entra por la pared en chorro, como si tuviera una llave abierta”, explica, al reconocer que no ha puesto ningún tipo de queja en la asociación del lugar.

Para ella, quien tiene una niña con discapacidad motriz, otro problema son las goteras que tiene en el techo, pero no ha buscado aún la forma de arreglarlas porque teme caerse, ya que otros vecinos le han dicho que las paredes no soportan mucho peso por la gomaespuma que tienen en su interior.

Pero el caso más problemático es el de Lucía Plúas, de 48 años, quien habita en la mz. E, villa 4, en la calle principal de ingreso a la 4ª etapa de El Recreo. Ahí, al construirle la vivienda, no le dejaron un espacio para que desfogue el agua que cae del edificio continuo al zinc y pared de esta villa. Su conviviente, Hernán Arboleda, de 57 años, afirma que ha puesto la queja en el Banco de la Vivienda y en las oficinas del Miduvi, pero solo le dicen que el mantenimiento de las casas ya corre por cuenta de ellos.

“Cuando nos dieron la casa firmamos un papel que decía que la recibíamos en excelente estado. Ahí era verano y no teníamos problemas. Pero ahora, en invierno, se nos mete el agua tanto por la pared de la fachada como por la que está casi pegada a este edificio grande. Ya la gomaespuma se empieza a salir y yo he tenido que hacer un hueco (al final de la pared) para que salga el agua”, reclamó.