La extrema seguridad de la base naval San Eduardo, ubicada en la av. Barcelona, en el suroeste de Guayaquil, se vio vulnerada por dos sujetos que se hicieron pasar como miembros de la institución y se sustrajeron un fusil y dos chalecos antibalas.
El hecho se reportó a las 06:00 del pasado jueves, después de que dos supuestos uniformados no entregaron la dotación que les fue proporcionada la noche anterior para un operativo de control de armas.
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Los supuestos marinos fueron identificados como José López Zambrano y Leonardo Rosado Vélez. No obstante, el capitán de navío Jorge Altamirano Rojas, jefe de la Primera Zona Naval, informó que esos nombres no constan en la base de datos de la institución.
“Hasta este momento de la investigación que se realizó internamente no son parte de la fuerza, por eso el comandante del Cuerpo de Infantería de Marina (Rafael Poveda) acudió a la Fiscalía”, dijo Altamirano.
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El oficial relató que antes de realizar el patrullaje los supuestos marinos se habrían formado junto al grupo que estaba asignado para el operativo. “Cabe destacar que se encontraban correctamente uniformados, uno como infante de marina (camuflaje) y el otro con uniforme de a bordo (blanco)”.
Recalcó que personal del pañol (sitio donde guardan las armas e implementos de campaña) contó en la fila a 16 marinos y que al operativo solo salieron 15. Esto, dijo Altamirano, refleja la falta de comunicación que hubo entre el jefe del grupo y el encargado del pañol.
El jefe de la Primera Zona Naval indicó que queda a potestad del personal que hizo patrullaje nocturno entregar la dotación cuando regresa a la base.
“Hay algunas veces en que el personal se queda con el material y a primeras horas del día siguiente pasan a entregar”, sostuvo Altamirano.
No obstante, cuando los encargados del pañol se percataron de que López y Rosado no entregaron los chalecos antibalas y el primero un fusil HK33E y una alimentadora con 25 proyectiles, comunicaron la novedad a sus superiores.
Enseguida se dispuso una revisión a todas las instalaciones de la base naval San Eduardo. Altamirano indicó que se fortalecieron los puestos de guardia y se efectuó un registro minucioso de los vehículos que ingresaban y salían del lugar.
También se ordenó el reconteo del material bélico de la base y se registraron los casilleros de los militares, pero el arma de fuego y los chalecos antibalas no aparecieron.
Altamirano explicó que para retirar un fusil el infante solo necesita presentar su credencial y firmar la bitácora. Por ello, se presume que los ladrones usaron identidades falsas cuando se acercaron al pañol. No se descarta que se trate de personal de infantería.
El oficial reconoció que por la gran cantidad de uniformados es imposible identificar a los supuestos ladrones. Aseguró que en la base existen alrededor de 2.000 infantes.
La Fiscalía y la Policía investigan el caso.
Apuntes: Reincidencia
6 de febrero del 2009
Desconocidos estrucharon un ciber ubicado dentro de la base San Eduardo y se llevaron una laptop, tarjetas prepago y $ 236 en efectivo. Los delincuentes ingresaron por un hueco en la pared.
11 de marzo del 2009
Delincuentes inidentificados robaron una cantidad de dinero no establecida de una caja fuerte, ubicada en el departamento de finanzas de la Base Naval San Eduardo. Un uniformado se percató del hecho al encontrar la caja fuera de su sitio.