Neptalí Palma
Portoviejo.- El 1 de enero del 2001 fue un día más para el manabita José Cedeño Barre, campeón de tae kwon do en el Mundial de Guayaquil, en 1982. Cumplía cuatro años de haber quedado parapléjico tras un incidente en el que accidentalmente fue herido con un proyectil de arma de fuego, en la comuna Santa María del sitio La Manga del Cura, en Manabí.
Esa bala no le quitó las ganas de vivir, pues dice que están más intactas que nunca. Demuestra entusiasmo en su hogar, donado en el gobierno de Sixto Durán-Ballén, en la primera etapa de la ciudadela Los Tamarindos de Portoviejo.
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Cedeño revela que de no ser por la pensión vitalicia que recibe a través del Estado y la ayuda que otorga el Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), no podría pagar las sondas y equipo complementario que le permite evacuar la orina, elementos en los que gasta mensualmente más de $ 300.
Pero ahora dice que está listo para una nueva pelea, pero no en el tatami sino en una sala de operaciones, ya que tiene fe en que a través de un nuevo tratamiento con células madres (para regenerar médulas espinales humanas con daños severos) podría mejorar su calidad de vida y dejar de depender de otros para hacer labores cotidianas.
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Cedeño reconoce que gracias al tratamiento hecho hace cuatro años por Luis Geffner, médico del hospital Luis Vernaza, tiene más movilidad en el cuerpo, algo de lo que carecía cuando recibió la bala, extraída en la intervención realizada en el hospital guayaquileño.
Mejorar calidad de vida
"Mis amigos están golpeando las puertas de personas e instituciones que me ayuden a realizarme esta nueva intervención. Tengo fe de poder mejorar mi calidad de vida y por qué no, en un futuro no muy lejano, estar de pie, aunque apoyado con muletas; yo no pierdo la fe", relató este campeón, quien actualmente cuenta con 52 años.
Chayito, como lo llamaban en su natal Chone, ganó la medalla de oro en el mundial de TKD al vencer en la final de los 48 kg al mexicano César Rodríguez, el 25 de febrero de 1982, en una jornada emotiva que lo consagró como uno de los mejores deportistas ecuatorianos de todos los tiempos.
Cuenta que ha dejado la cátedra de Educación Física, pero ahora en el colegio Olmedo, en el que estudió, logró que le dieran el paso desde la comuna Santa María hace dos años.
Para el hombre que emocionó al país hace 28 años ha sido vital el respaldo de sus amigos, a quienes agradece no haberlo abandonado; dice que ellos le dan fuerza. Incluye en su gratitud a Danilo Carrera, presidente del COE, quien estuvo en Manabí hace varias semanas durante el festival Olímpico, por haber dialogado con él.
Cedeño no guarda rencor con quien le disparó. Asegura que superó ese sentimiento. Solo espera con ansiedad el día en que pueda ser operado y así dejar atrás sondas y días de dolor. No puede hacerlo por él mismo, pero espera que sus amigos obtengan el dinero para dar pasos firmes, a través de organizaciones o fundaciones, y tal vez ayudas del Estado. Es el sueño de un campeón del mundo.