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BRISBANE.- Las inundaciones dejaron partes de Brisbane, la tercera ciudad más grande de Australia, como una zona de guerra que necesitará años de reconstrucción mientras se acercan nuevas amenazas con el pronóstico de un ciclón frente a la costa.

Las inundaciones en el estado de Queensland han dejado al menos 19 muertos, 12 de los cuales perdieron la vida en la zona de Toowoomba en el interior, y otras 61 personas siguen desaparecidas, dijo el gobierno estatal.

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Toowoomba y la región del valle Lockyer, al oeste de la capital Brisbane, estaban devastadas por una inundación similar a un tsunami.

Grandes áreas de Brisbane se han convertido en lagos lodosos, por la crecida en un torrente que anegó 12.000 viviendas y dejó a 118.000 edificios sin energía en la capital estatal.

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Tomas aéreas de Brisbane mostraron un mar de agua café, con tejados esparcidos en la superficie. "Lo que veo parece más una zona de guerra en algunos lugares", dijo la primera ministra de Queensland, Anna Bligh, tras observar el área afectada desde el aire.

"Todo lo que podía ver eran sus techos. Debajo de cada uno de ellos hay una familia, debajo de cada uno de ellos hay una historia de horror", agregó.

Las riadas en 35 suburbios, forzaron a los residentes a utilizar botes para moverse por las calles inundadas, donde señales de tráfico parpadeaban sobre las aguas estancadas.

Las inundaciones destruyeron o dañaron muchas partes de la infraestructura de la ciudad. Un grupo de residentes fue afortunado de no desaparecer entre las aguas cuando la calle por la que caminaban colapsó.

"El suelo comenzó a moverse y a retumbar como un trueno. Todos comenzamos a correr lo más rápido que pudimos", dijo Rebbeca Bush. "Al minuto siguiente escuchamos este gran ruido que sonaba como un rayo que acaba de caer. Nos volteamos y la acera había desaparecido. Había colapsado completamente", agregó.

Funcionarios advirtieron del riesgo de más inundaciones severas en las próximas semanas, con la temporada de lluvias lejos de acabar y las rebalsadas represas necesitando siete días para volver a sus niveles normales y receptar más agua.

La Oficina de Meteorología pronosticó que una tormenta en el mar Coral frente a la costa norte de Queensland podría convertirse en un ciclón en 24 a 48 horas y podría traer nuevas lluvias al estado.

Se ha responsabilizado al patrón climático de La Niña en el Pacífico por las fuertes lluvias.