EFE
ATENAS.- El Gobierno griego insistió ayer en la necesidad de construir una valla de protección en su frontera con Turquía para frenar el incesante acceso de inmigrantes ilegales a su territorio.

La polémica instalación, que tendrá una longitud de 12,5 kilómetros, cubrirá la extensión de la frontera que está en una zona agrícola y no pueden ser constantemente patrullados.

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El resto de los 205 km lo forma la frontera natural del río Evros, patrullado en lanchas. El muro tendrá también cámaras térmicas y sensores de movimientos y seguirá el modelo usado por España en Ceuta.