Cada vez que pasa frente a la urna de vidrio que guarda la figura del Divino Niño, se santigua. William Banchón, comerciante de ropa deportiva, es devoto desde adolescente, pero desde hace catorce años su fe hacia esta advocación del Niño Jesús se intensificó cuando un incendio ocurrido en la Bahía, en el sector de Ayacucho y Huayna Cápac, casi destruye los locales comerciales.