Fue una noche mágica para Roberto Quiroz, premiado como el mejor deportista ecuatoriano del 2010, el martes pasado, durante la Cena de Campeones, tradicional gala que organiza este Diario desde 1964.

Pero quien reaccionó con mayor rapidez, levantándose de su asiento apenas escuchó el anuncio del ganador, fue su tío, el mítico Andrés Gómez, que en un festejo efusivo, sin reprimir su emoción, abrazó y besó afectuosamente a su sobrino.

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El momento culminante de la velada también fue el que generó más sonrisas por la felicidad que transmitió el Zurdo de Oro, seis veces premiado en la Cena.

Para el guayaquileño, ganador del Roland Garros y el US Open en dobles, en la rama juvenil, el reconocimiento “es algo muy lindo, que te impulsa a seguir adelante”.

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En el podio, Quiroz, con su copa, fue “apadrinado”, entre risas, abrazos y felicitaciones por tres inmortales del deporte tricolor, los mayores ganadores del trofeo de este Diario: Gómez (tenis), Jorge Delgado (natación) y Jefferson Pérez (marcha).

“Ha sido increíble, algo difícil de explicar, siento una emoción muy grande. Qué más se puede pedir: estar al lado de tres leyendas vivientes”, dijo el tenista, quien este año terminó su ciclo como juvenil e inicia su carrera profesional, para la que Quiroz pide “el apoyo de alguna empresa privada o del Gobierno”.

De camino a su mesa los estrechones de manos no cesaron para Quiroz, quien, felicitado por el célebre Eduardo Chivo Zuleta, ex tenista ecuatoriano, y por su padre, Francisco Quiroz, no dejó que la emoción lo hiciera olvidar su dieta de deportista y no aceptó su postre al final de la cena.

La fiesta de los deportistas, como es una costumbre, fue escenario para que los invitados compartieran anécdotas, bromas y fotos, sin importar la disciplina que practican.

Julio César Arteaga, campeón sudamericano de levantamiento de pesas, aprovechó para saludar a Nassib Neme, presidente de la Comisión de Fútbol de Emelec, con quien se fotografió; Jonathan Martinetti, monarca mundial de verelismo, también se llevó un recuerdo gráfico junto a Jefferson Pérez, a quien admira. Alfonso Harb, titular de la Comisión de Fútbol de Barcelona, le sugirió a los símbolos canarios Moacyr Pinto y Washington Muñoz enseñar a cobrar tiros libres en la inolvidable noche de alegría.