“Eres un pobre hijo de... ladrón hijo de... ya sabes que eres. Me voy del fútbol puteándote (insultándote) porque eres un pobre hijo de... te lo digo en tu cara chu.... Me saqué de adentro lo que tenía 20 años aguantándote... ¡Vas a ver!”, fue como se despidió el golero de Liga (Q), José Francisco Cevallos, del árbitro Alfredo Intriago el domingo pasado, tras la final del campeonato nacional de fútbol.