Humm... Difícil, muy difícil, Liga de Quito es un excelente equipo. Con este tipo de rivales, los errores se pagan caros y para ganarles hay que acertarlas todas. Emelec es el equipo que más calor le ha hecho pero... analicemos algo que sirva para mañana.

Emelec, en Quito, paró en el primer tiempo las arremetidas liguistas en la final de ida. Neutralizó, hasta borrarlos, a Carlos Luna, Juan Manuel Salgueiro y Néicer Reasco, que pareció no había jugado, pero en cambio el más claro atacante fue siempre Miler Bolaños. Y allí surge una duda: ¿quién paraba al muchacho? Al cerrar el primer tiempo el volante de ataque azucena quedó libre en la raya de las 18 yardas y disparó saliendo por el lado derecho de Javier Klimowicz al saque de meta.

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Pero, aparte de aquello, fue el que se movió por ambos lados, siempre sin custodiar. A los 50 minutos Bolaños corrió sin marca y disparó a la izquierda del arquero eléctrico y gol. ¿Quién lo marcaba?

Por otra parte, ¿quién vigilaba a Jaime Ayoví  a los 62 minutos cuando se comió el empate? Porque en lugar de acercarse más al arco intentó colocar el balón en una forma tan poco técnica que pareció un centro y no un disparo fuerte, ¿como debió hacerse?  

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En fin, podríamos seguir en detalles pero ese no es el ánimo nuestro sino, ¿cómo jugar el domingo? Muy simple, lo que piensa todo emelecista, ¡al ataque! Atacar y atacar todo el tiempo, sin descuidar el contragolpe del rival. Vivir o morir en el intento. Ese es el deporte, ese es el desafío, ese es el único camino, no hay otro. Practicar el concepto agonal del deporte, luchar hasta la agonía.

Liga es muy buen equipo, pero también tiene sus dudas. No clasificó a las finales de la Copa y se eliminó con Independiente; aun con suplentes perdió con el Manta. Pero los triunfos y las derrotas son institucionales. ¿Hay un declive en Liga?

Humm... vamos a ver. Mañana lo sabremos en parte.
El emelecista que ama a su equipo, la hinchada azul que es tremendamente fiel, vibrará y contagiará a sus muchachos y estos, dejarán el alma. De eso no lo duden. Pero también si la técnica, el empuje, la garra no alcanzan mientras  caen frente a un gran equipo importa el esfuerzo. El resultado real y efectivo dice que los azules fueron el conjunto que más puntos alcanzó en las dos etapas lo que es un gran elogio a favor de un equipo que está en plena formación. Tiene gran futuro.

El fútbol, deporte mágico que mueve pasiones, hay que mirarlo desde dos puntos de vista fundamentales: las posibilidades de llegar a títulos y el que  juegue buen fútbol. Emelec está jugando bien; pero Liga, aparte de que juega también en alto vuelo,  tiene más cancha y experiencia y ello no lo consiguió en una sola temporada. “Hay que hacer camino al andar”, como decía Machado. Los azules están en buena onda.

El Capwell va a reventar, las ganas también, ¿quién ganará? Váyase donde una pitonisa  que tampoco se lo dirá. La incógnita es el camino certero.
El caso de suplantación de identidad de un jugador de Liga de Quito está que arde. Las autoridades deportivas ya resolvieron el caso. El fallo de dos años de suspensión a Ángel Cheme, que se hacía llamar Gonzalo Chila, tendrá serias repercusiones inmediatas y mediatas. Pero, ¿cómo conociendo la situación de Cheme y Chila Patricio Torres,  vicepresidente albo, no hizo nada desde mediados de agosto pasado?

Para hoy Barcelona ha prometido revertir el marcador que favorece a los chullas (2-0). Es verdad que en Quito perdió por fallas infantiles, pero también falló por jugar deficientemente. ¡Qué error de José Luis Perlaza!

¡Qué errores de Máximo Banguera! ¡Qué error de Omar de Jesús! Pero los toreros vienen jugando muy deficitariamente. En fin. Ojalá este fin de semana reviertan la mala leche y  llegue, aunque sea, a la Copa Libertadores 2011. 

PD: Lamentando y solidarizándome con el periodista de la sección deportiva de nuestro Diario, Guido Manolo Campaña por el secuestro sufrido la semana pasada en Esmeraldas y por el claro atentado a la libertad de prensa cuando se pretendió silenciarlo.