Desorden, protestas contra revendedores que acapararon boletos, personas formadas durante más de seis horas en filas que no avanzaban, hinchas que se fueron sin poder comprar entradas y taquillas que no abrieron sus ventanillas en el tiempo previsto (otras boleterías, como las del sector de Pío Montúfar hasta las 14:30, no atendían) caracterizaron ayer en el Capwell la venta de entradas para la final de mañana entre Emelec y Liga de Quito.
La venta de boletos debía iniciarse desde las 09:00, pero no fue hasta pasadas las 09:40 cuando se permitió el ingreso a la zona de General Gómez (para adquirir entradas a tribuna y palcos). En cinco minutos varias decenas de personas –muchas de ellas no estaban en fila– se lanzaron hacia la puerta custodiada por un solo policía. Este prefirió hacerse a un lado y evitar ser aplastado. Breves minutos después llegó una decena de refuerzos uniformados y cerraron el ingreso nuevamente.
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En el caos, algunas de las personas que habían logrado llegar a las ventanillas las abandonaron con fajos de entradas.
Tan lenta se movía la fila que David Santacruz, que fue al Capwell a las 08:10, en siete horas apenas se movió unos metros en el sector de General Gómez. A las 15:00 se marchó sin boletos porque anunciaron que se agotaron; sin embargo, para esa hora los revendedores ya tenían entradas en su poder y habían iniciado sus actividades hacía mucho tiempo.
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Mauricio Gil relató que esperó en la fila desde las 08:45 hasta las 10:30. Luego de ver a varias personas salir con paquetes de entradas, decidió comprarles seis para la tribuna de General Gómez, en la reventa.
Las primeras dos las adquirió en $ 20 cada una (cuestan $ 12). Las cuatro restantes, que buscaba para amigos de Manabí, tuvo que pagarlas en $ 90 (a razón de $ 22,5 cada una).
Menos suerte tuvo Richard Arcentales. El hincha azul hizo cola de 08:45 a 15:00, cuando se marchó porque no pudo llegar a las taquillas de General Gómez. Denunció, que pese a no moverse la fila, de esa boletería “salían personas con fajos de entradas para reventa”.
LOS SOCIOS
Varios socios también protestaron porque los boletos que habitualmente retiran se habían agotado. “Esto es terrible. Se supone que saben cuántos socios somos, cómo se pudieron acabar entradas que no están a la venta para hinchas normales”, lamentó un socio que no quiso identificarse “para evitar inconvenientes”.
Y para frenar a una multitud que trató de lanzarse a las taquillas de la avenida Quito y General Gómez, la Policía Nacional lanzó gases lacrimógenos en una jornada caótica.
A los hinchas no se les aclaró si hoy habrá más venta de boletos para la final.