Su presencia en el campo de juego durante la práctica de fútbol informal que realizó ayer Liga de Quito causó revuelo en los concurrentes al complejo de Pomasqui. Es que el delantero argentino Hernán Barcos trabajó a la par de sus compañeros y, de acuerdo al dictamen médico, su actuación para el partido del domingo ante Emelec es casi un hecho.
El propio atacante confirmó esta posibilidad, pero reconoció que no llegará en plenitud de condiciones. “El dolor sigue, para jugar me tengo que infiltrar, pero vamos a ver qué decidimos. Quiero jugar, quiero estar en ese partido, pero son los técnicos y los médicos los que deciden. Me metí en la práctica para jugar un poco y agarrar ritmo, quería tocar la pelota, que es lo que no estaba haciendo”, aclaró Barcos.
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El delantero albo no alineó en el juego de ida ante Emelec y desde la semana anterior ha cumplido trabajos físicos y de rehabilitación, con lo que a decir del cuerpo médico del club, el gaucho incrementó sus posibilidades de ser considerado por el técnico Edgardo Bauza para la final del torneo.
Durante su participación en la práctica de ayer, el Pirata se mostró con movimientos rápidos y cambios de ritmo; sin embargo, el argentino bajó las expectativas en torno a su participación en el juego ante los millonarios. “Vengo trabajando desde el viernes (pasado), pero obviamente no estoy al 100%. Para ver cuánto puedo rendir tengo que estar en la cancha, pero voy a hacer lo posible por dejar todo, luego se verá mi aporte”, puntualizó Barcos.
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Por su parte, Marco Lescano, médico de Liga, aclaró que el jugador no ha recibido el alta médica, pero destacó la evolución del golpe en el pie izquierdo del goleador, y enfatizó en el optimismo del cuerpo médico por tener a Barcos en el campo de juego ante los eléctricos.
“Todavía presenta una molestia pero está haciendo algo de fútbol y eso es bueno. Su recuperación es aceptable, pero como sea él va a estar en la cancha el domingo”, explicó.