AFP-REUTERS
CARACAS.- "Medidas excepcionales", entre las que incluiría la "recuperación de tierras ociosas", anunció el viernes el presidente venezolano Hugo Chávez como medidas para atender la emergencia que vive el país por las intensas lluvias e inundaciones que ya dejan al menos 34 muertos, la mayoría por el derrumbe de sus casas precarias, y unos 72 mil afectados
Señaló además que espera la aprobación de una ley en la Asamblea Nacional, que le permitiría apropiarse al Estado de terrenos y edificaciones considerados en abandono.
Publicidad
En este sentido, el mandatario ordenó ayer la toma de terrenos cercanos al aeropuerto internacional, utilizados por empresas privadas para almacenar productos y para estacionamientos privados, para construir viviendas destinadas a miles de personas evacuadas desde barriadas pobres.
Además de luchar contra el temporal, el Gobierno debe superar la falta de infraestructura para atender a los miles de refugiados que dejaron las peores lluvias en 40 años que sacuden al norte del país petrolero.
Publicidad
Chávez ha ordenado alojar a los damnificados "lo mejor que se pueda", por eso funcionarios, militares y consejos vecinales buscan desesperadamente lugares para ubicar a casi 17.000 familias que debieron dejar sus hogares a causa del temporal.
Ya la semana pasada ordenó la colaboración de varios hoteles que debieron ceder de manera "voluntaria" gran parte de sus habitaciones sin pago, según la prensa local.
La tarea se complica por el déficit habitacional del país, donde se estima que cada año hacen falta 200.000 viviendas y hay un saldo rojo acumulado de dos millones de unidades.
Chávez culpó nuevamente ayer al capitalismo "criminal" por el fenómeno del calentamiento global, al cual le atribuye las fuertes lluvias, deslaves e inundaciones en el país.
La necesidad de espacio para alojar desplazados es tal que Chávez dispuso usar un centro comercial del centro de Caracas, que expropió tiempo atrás, para alojar a 3.000 personas.
Chávez pidió ayer a Dios que paren las lluvias y anunció que construirá viviendas en las faldas del cerro Wuarairarepano, una montaña de 2.765 metros de altura, considerado el pulmón vegetal de la capital.