Rómulo Barcos y su hijo, Bruno, fueron dos de las más de quince víctimas que habían sido asaltadas en el puesto de lavado de carros de la 22 y Capitán Nájera. Conmovido por la tragedia, Teófilo Barzola, el dueño de la vivienda, presentó a través de este Diario sus condolencias al periodista, y contó que solo quiso proteger a su cliente, contrariado por tantas agresiones delincuenciales que han sufrido.